Sánchez pasa de la 'regla de las tres erres' a la de las 'tres ces'
El presidente del Gobierno pone en valor el comercio, la ciencia y la cooperación como ejes del progreso
Sánchez y la 'regla de las tres erres' versión Sevilla
"El progreso no ha caído del cielo" sino que ha sido fruto de tres pilares fundamentales: "comercio, ciencia y cooperación". Así lo ha indicado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante un foro sobre comercio y deuda en la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo. Si ayer incidía en la "regla de las tres erres" -refugio, refuerzo y reforma- para explicar de forma simple el ambicioso Plan Sevilla, hoy ha tirado de la tercera letra del alfabeto para explicar los ejes de una "sociedad avanzada".
Sin embargo, el dirigente ha reconocido que este motor de desarrollo "está gripado" debido al aumento de restricciones comerciales y tensiones geopolíticas. Las previsiones económicas presentadas reflejan un panorama poco alentador: entre 2025 y 2026 el crecimiento mundial caerá por debajo del 3%, umbral que se mantenía tras la pandemia. Esta desaceleración afectará principalmente a los sectores más vulnerables, lo que ha llevado a Sánchez a advertir que "los aranceles no son un arma arrojadiza, son un freno" al desarrollo global que sólo llevan a la "derrota colectiva".
Sánchez ha sido especialmente duro respecto a los aranceles en plena negociación comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos y después de que Trump asegurara la semana pasada que, ante el rechazo de España a llegar un gasto en defensa del 5% de su PIB, pagará el doble mediante aranceles o tasas. "Las reglas deben reflejar el mundo que es hoy, no como era, y deben aspirar a construir el mundo que queremos", ha sido una de las declaraciones más aplaudidas. También lo ha sido su concepción de los países en desarrollo, porque no puede ser "una categoría eterna, automática o interesada, sino que se necesitan criterios objetivos como el PIB per cápita, el consumo energético o la pertenencia a foros internacionales para establecer clasificaciones más precisas y justas".
De este modo, el Gobierno ha presentado durante la conferencia sus tres prioridades en materia de desarrollo y cooperación internacional. En primer lugar, la defensa de una ciencia abierta donde el conocimiento no sea un privilegio, impulsando esta visión tanto a nivel nacional como en foros multilaterales.
La segunda se centra en la igualdad y la inclusión, planteando la necesidad de no repetir errores históricos como la exclusión de las mujeres del espacio de poder y del conocimiento. La representación española ha cuestionado si la sociedad está dispuesta a cometer los mismos errores con pueblos indígenas o comunidades locales.
Finalmente, España defiende el acceso equitativo al conocimiento, reconociendo que muchos países enfrentan barreras no solo para innovar sino también para acceder al saber generado por otros, lo que multiplica las desigualdades. La delegación española ha defendido "una cadena de innovación justa desde el origen hasta la aplicación".
"Frente al ruido defendemos las reglas, frente a la fragmentación defendemos trabajar juntos y frente al miedo, defendemos el optimismo y la esperanza", ha concluido Sánchez con unas palabras que resumen el espíritu de una conferencia que busca soluciones globales a problemas que afectan a miles de millones de personas en todo el mundo.
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