Luisa Ignacia Roldán, La Roldana, imaginera andaluza y primera mujer escultora de cámara en la corte del siglo XVII, abandera por su antigüedad la exposición filatélica "#8MTodoElAño", con la que Correos rinde homenaje a mujeres ilustres que fueron ejemplo en la lucha por la igualdad.

"Es una mujer que cumple con todas aquellas cosas que en el pasado enfrentaron grandes artistas como ella, que carecían de derechos y pasaron sin pena ni gloria a lo largo de la historia", ha indicado a EFE Leire Díez Castro, directora de Filatelia de Correos, tras la inauguración de la muestra itinerante en Sevilla.

A su juicio, la exposición abre "una ventana de oportunidad" para conocer la trayectoria de mujeres como La Roldana, Clara Campoamor, Dolors Aleu Riera, Isabel Zendal, María Blanchard, Concepcion Arenal, Elidà Amigó y Almudena Grandes y, a la vez, "salda una de las deudas que tiene la filatelia, que siempre ha sido un arte muy masculinizado".

"Ahora lo que hacemos es redescubrirlas", sostiene Díez Castro, que pone como ejemplo que, "en un formato tan pequeño como un sello, La Roldana viaja hoy por todo el mundo y mucha gente va a conocer que esta magnífica escultora lo era independientemente del momento de la historia que le tocó vivir y la invisibilidad que conllevaba".

La idea de la muestra -que va a recorrer las ciudades de las que son naturales las protagonistas- apareció para que la iniciativa #8MTodoElAño, que surgió el pasado marzo con la emisión de sellos en homenaje a estas mujeres, fuera "algo más que la suma de ocho de ellos" y se convirtiera en "el inicio de una acción que prevalezca y dedique tiempo a aquellas que fueron precursoras y pioneras".

La Roldana, la más antigua

Entre todas ellas la más antigua es la escultora andaluza, que nació en Sevilla en 1652 y de la que llama la atención "la manera en la que en aquella época, tan sola, rompió las reglas sociales y toda la jerarquía de género para continuar su camino", según indica a EFE Inmaculada Chacón, presidenta de la Asociación de Mujeres Artistas "Las Roldanas".

Eligieron este nombre para reivindicar su figura y adoptarla "como guía", al considerar que "todavía hoy en día no tienen la misma consideración las mujeres artistas que los hombres, sobre todo en el teatro y el mundo audiovisual, e igualmente hay pocas exposiciones dedicadas a ellas".

Chacón celebra la iniciativa de la muestra, que "te da una pincelada corta pero ya invita a querer conocer más" sobre sus protagonistas, especialmente cuando "en Andalucía, que ha sido cuna de artistas de toda índole, normalmente se habla de Picasso, Machado o Lorca, todos ellos hombres".

Destaca que desde hace unos años La Roldana está considerada posible autora de la imagen de la Virgen de la Macarena y lamenta que, además de ser "poco conocida incluso en Sevilla", lo sea sobre todo por esta circunstancia, cuando su trayectoria va mucho más allá.

Empezó a despuntar en el taller de su padre, Pedro Roldán, reconocido escultor de la capital andaluza, y con 19 años se enamoró y quiso casarse con Luis Antonio de los Arcos, algo que no estaba bien visto, ya que la mujer "era propiedad del padre y era él quien decidía a quién se la entregaba".

"Se casó sin permiso del padre, por lo que la repudiaron y se tuvo que valer por ella misma", relata Chacón, que añade que Luisa Roldán "no perteneció a su marido, sino que se casó para ser compañera de su esposo, no pertenencia", de forma que era ella quien buscaba el trabajo como imaginera aunque él firmara los contratos.

Era así porque la mujer "ni podía firmar sus obras ni podía cobrar por su trabajo, no estaba permitido que hicieran negocio", pero La Roldana "tuvo la inteligencia de meter trocitos de los contratos en los que aparecía como autora dentro de las propias esculturas, o firmar en los pies de un Niño Jesús".

Primera escultora de cámara

En pleno auge del Barroco se fue a Madrid y se convirtió en escultora de la corte de Carlos II y de Felipe V, a pesar de que era un oficio prohibido para una mujer, y lo hizo en una época en la que se cree que "pasó muchas penurias".

Vio morir a cuatro de sus hijos y tuvo problemas económicos porque no le pagaban en la corte, además de que ser maltratada por su marido, algo que "sufrió muy en soledad, porque nadie la entendía: una mujer tenía que ser modosita, no tener protagonismo y además estar orgullosa de ello".

También en ese momento encontró la forma de contarlo a través de sus obras. Existe la hipótesis de que la escultura "San Miguel venciendo al diablo", que se encuentra en la basílica de El Escorial (Madrid), muestra su rostro en la cara del arcángel y el de su esposo en la del demonio que está siendo pisoteado, junto a un papel que apareció en el interior de la misma calificando a su marido como "vil".

"Conocer estas historias humaniza las figuras de los artistas", defiende Chacón, que alaba esta exposición por "demostrar que ya en 1670 las mujeres tomaban sus propias decisiones y conseguían los objetivos que se marcaban, pese a que toda la sociedad iba en su contra".