Sevilla solo tiene 4.208 pisos en venta
El crecimiento del precio del metro cuadrado a 2.772 euros y que el 80% de los pisos estén sobrevalorados explica la falta de oferta
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Si usted es una de las muchas personas que busca comprar una vivienda en Sevilla debe saber que únicamente hay 4.208 pisos disponibles. El dato toma un cariz agridulce si se compara con el cierre de 2024, año que acabó con apenas 4.000 inmuebles en venta. Es cierto que la cifra ha aumentado, pero sigue siendo insuficiente para cubrir la demanda en la ciudad. En paralelo, otro jarro de agua fría. El precio medio del metro cuadrado ha subido si se compara con el fin del pasado ejercicio. De 2.670 euros se ha pasado a 2.772, lo que significa un 3,67% más en apenas tres meses. Así lo indica el último informe realizado por Fomentto Inmobiliarias sobre el primer trimestre de 2025. Un estudio que engloba la información de todos los portales inmobiliarios, además de los últimos datos del Colegio de Registradores. “El precio está disparado”, reflexiona Miguel Trujillo, gerente de la entidad y asevera que “por muchas ganas que tengan los sevillanos de comprar una vivienda, tienen que hacer un esfuerzo muy grande”. Por este motivo, muchos compradores “están empezando a mirar hacia la periferia”.
Lo cierto es que la radiografía por barrios es dispar. Si 2024 terminó con un aumento de precios en todos y cada uno de los distritos de la ciudad, en este primer trimestre sí se observan disminuciones considerables. Las más llamativas recalan en Bellavista (-14,5%) y en Santa Justa (-7,4%), pero también –más suave– en Parque Alcosa (-5,6%) y San Jerónimo (-5,4%). En cuanto a las subidas, las más pronunciadas están en Santa Clara (+8,4%) y en Los Bermejales (+6,6%). En el resto de barrios, los incrementos son más homogéneos. Seguirían Macarena (+5,4%), Pino Montano (+5,3%), Los Remedios (+5%), San Pablo (+4,4%) y Porvenir-Tiro de Línea (+2,7%). Casi imperceptibles en Triana y Centro (+1,9%), Torreblanca (+1,4%), Sevilla Este (+1%) y, por último, Nervión (+0,2%).
Una de las conclusiones más relevantes del informe respecto a este punto sugiere que “los elevados precios de las viviendas chocan con lo que los compradores están dispuestos a pagar”. Esto significa que “ya hay zonas en Sevilla” como “San Jerónimo y Parque Alcosa” en las que “los vendedores están bajando el precio”. ¿El motivo? Estos barrios “fueron líderes en subidas de precios en 2024, alcanzando crecimientos del 20%, y este año destacan por empezar con bajadas debido a que las expectativas de venta no se han cumplido”.
Gestión de expectativas
Y es que, aunque el número de inmuebles en venta haya aumentado ligeramente en lo que llevamos de 2025, la publicación indica que “el 20% se venden a corto plazo y un 80% está sobrevalorado” y se está tardando más en darles salida. Sería uno de los motivos que explica que el stock haya empezado a subir. El informe va a más y detalla que los sevillanos quieren vender sus propiedades un 13,8% por encima de su precio real. Según los notarios consultados para la elaboración del estudio, el precio debería bajar hasta un 5,5%.
“Ahora mismo, el acceso a la información sobre lo que supuestamente vale una vivienda es muy sencillo. Idealista nos está entrando por los ojos, cualquiera se mete en el móvil y empiezan a aparecer precios que, realmente, son expectativas sin ningún tipo de criterio”, señala Trujillo y hace especial hincapié en que el hecho de que cada uno fije el precio que considere, sin ningún tipo de filtro, “provoca una escalada de precios sin ningún tipo de sentido”.
Vivir vs. invertir
La necesidad de ajustar los precios para dar salida a los pisos se hace más evidente, según la publicación, “en los barrios con compradores para invertir que donde los compradores buscan vivienda para vivir, donde debido a la ausencia de vivienda el precio continúa subiendo”. Trujillo explica sobre este aspecto que “la mayoría de los inversores que buscan vivienda para invertir suelen hacerlo sobre inmuebles por debajo de los 150.000 euros y situados en barrios humildes”. La salida posterior no es otra que el mercado del alquiler, algo “positivo”, porque revitalizaría este campo. De hecho, considera que dar al inversor todas las “garantías jurídicas” ayudaría a acabar con el fenómeno de los pisos vacíos.
Aunque los precios hayan bajado en determinadas zonas, el Sindicato Por la Vivienda de Sevilla opina que “siguen siendo bastante más altos que la capacidad adquisitiva de quienes los habitan”. La organización argumenta que, si bien esta disminución “puede aliviar a corto plazo la presión sobre algunos compradores”, la vivienda "sigue siendo un objeto de especulación” que “se compra, se vende y se alquila buscando beneficios”. Consideran que, “en un contexto de caída de precios –que no sea provocada por la limitación impositiva y permanente de los mismos– los fondos de inversión, bancos o grandes propietarios pueden aprovechar para acaparar vivienda barata para luego volver a subir los precios, extrayendo aún más renta de la población trabajadora”.
Una de las medidas que llevan tiempo proponiendo es “limitar los precios para que no superen entre el 5 % y el 15 % de los ingresos mensuales de los trabajadores y trabajadoras”. Para ello, sería esencial la “creación de un parque de alquiler público de vivienda —formado por la expropiación de las miles de viviendas vacías en manos de bancos, fondos de inversión e inmobiliarias— cuyo alquiler no pueda superar dichos porcentajes”. Aunque “ni siquiera esta medida sería suficiente”.
Otra de las medidas que sería necesaria para regular los precios de las viviendas reside en establecer “mecanismos públicos de análisis sobre cómo está la situación del derecho a la vivienda”. Así lo indica Rafael Ibáñez, miembro de la organización Sevilla para Vivir. A su juicio, el propio mercado digital está “favoreciendo el disparate especulativo en el que ahora mismo nos encontramos” ante una situación de desencuentro “entre la oferta y la demanda”.
Éxodo a la periferia
Una realidad que está provocando que muchas personas que buscan emanciparse, profesionales que vienen a Sevilla a trabajar y familias jóvenes miren hacia la periferia. “Ya estamos viviendo el éxodo de los sevillanos hacia las afueras, ese es el otro gran drama que estamos viendo”, recalca Ibáñez y apunta que se debe diseñar una ciudad más igualitaria en cuanto a niveles de renta: “Tenemos barrios que están en una situación de absoluto empobrecimiento como Los Pajaritos y Polígono Sur, en los que se concentra la población más vulnerable. Eso no se está combatiendo”. A su juicio, la capital hispalense está inmersa en una situación de “emergencia poblacional” sin nadie “al mando” de un nuevo desarrollo urbanístico más justo.
Sobre la movilización hacia las afueras también opina el gerente de Fomentto. Considera que “los barrios que están apareciendo en la periferia se están nutriendo de muchísimas familias que no encuentran viviendas en la ciudad a precios razonables y que no las dotaciones que necesitan”. Si desearan vivir en la capital, “tendrían que pagar bastante más” y, posiblemente, la vivienda sería “de dimensiones más pequeñas, sin plaza de garaje y sin zonas comunes”.
Apuntes sobre lo que queda de año
Sin intención de hacer futurología, Trujillo cree que el precio de aquellas zonas “donde el comprador es una familia para vivir” seguirá subiendo, “porque la familia que quiere una zona, cuando encuentre la vivienda, la va a comprar aunque sea un poquito más cara”. Por contra, se regulará en barrios como Cerro del Águila, San Jerónimo y Alcosa, barrios tradicionales donde el comprador ha entrado para invertir: “Los precios son altos, las rentabilidades no van a salir y tendrán que empezar los reajustes”.
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