EL TIEMPO
Fin de semana de frío con mínimas de hasta -5ºC y lluvias

La Sevilla que se fue y que ya no volverá, por suerte y por desgracia

José Rodríguez de la Borbolla, Francisco Correal y Luis Carlos Peris rememoran 1975 en una mesa redonda auspiciada por San Gonzalo

¿Cuánto ha cambiado Sevilla en 20 años?: Un viaje interactivo por la evolución del paisaje urbano

De izquierda a derecha: Manuel Jesús Roldán, Francisco Correal, Luis Carlos Peris y José Rodríguez de la Borbolla. / Juan Carlos Muñoz

Del escalofrío de José Rodríguez de la Borbolla al recordar el día que fue detenido por la ley antiterrorista de Franco a la emoción feliz de acordarse de su tata Rafaela cuando bajaban a ver la Estrella entrando en Sevilla. De clavar los onces del Sevilla FC y el Real Betis a contar lo que Enrique el Cojo le soltó al Loco de la Colina después de que le enumerase todos sus defectos físicos. O del brindis con un champán “que ya estaba agrio” al cambio de película que hizo Televisión Española, de Satán nunca duerme a Objetivo Birmania, el día que murió Franco. Estas y otras anécdotas compusieron la mesa redonda que durante una hora y media compartieron ayer el expresidente de la Junta de Andalucía y los periodistas Francisco Correal y Luis Carlos Peris, con la moderación del historiador Manuel Jesús Roldán, en la sede de Caja Rural del Sur. El título, La Sevilla de 1975 desde el punto de vista social, cultural y político. Y la excusa de base, el 50º aniversario de la imagen de Nuestro Padre Jesús en Su Soberano Poder, de la hermandad de San Gonzalo. Al abrigo de varias fotos de aquella época, un sinfín de historias y reflexiones sobre una Sevilla, o una España en general que se fue y que ya no volverá, por suerte en algunos sentidos y por desgracia en otros.

El debate empieza con fotos de las manifestaciones contra la dictadura en el Rectorado, con los grises reprimiendo a caballo aquellas protestas abrileñas. “Esto no son las Cigarreras por la calle San Fernando”, bromea Peris. “Manuel Clavero Arévalo decía que había sido el día más triste de su vida y que él no había llamado a la Policía”, recuerda.

Y poco después llegó un día también muy triste para Pepote: cuando fue arrestado, encarcelado y agredido. “Ustedes no saben cuánto puede doler un puñetazo desde el bajo vientre hacia arriba y el dolor vital tan hondo al sentir que se desprenden cosas de tu interior”, les dice a los asistentes. Cuando la policía le preguntó quién era él, les contestó:“Un militante distinguido”. “Y lógicamente me dieron. Por la distinción”, cuenta. Después se inventó que había tirado unos panfletos en unos maizales de Cantillana, y allí que se fue con una expedición terrorífica: “El policía me enfocó las manos, quería ver si estaba temblando”.

Siguiente serie de fotos: el final de Franco. “Yo estaba en un bar de Madrid, creo que brindamos con champán agrio. El número 1 de los 40 Principales era Secretaria, de Mocedades”, apunta Correal. “Me cogió en acto de servicio en el diario Sevilla, pero esa noche estaba durmiendo en casa. Cuando llegué al periódico, ya estaba todo hecho”, relata Peris. “El PSOE de Sevilla nos dijo que teníamos que escondernos a Manolo Chaves, Miguel Ángel Pino, la que después fue mi mujer y yo. Salimos a comprar algo y nos encontramos con Tomás Iglesias, del Partido de los Trabajadores de España, que también estaba escondido. Los escondidos nos encontramos en la calle”, narra Borbolla. “Cuando despertamos a Chaves para contarle que Franco había muerto, se volvió y dijo ‘pues a mí la rotura democrática me va a pillar en la cama’”, apostilla.

Varias fotos más tarde, el Sevilla y el Betis. E incluso el Madrid. Los periodistas recitan de memoria las alineaciones que se les ponen por delante. Y el político se acuerda de cuando, recién nombrado presidente de la Junta, Jesús Quintero le preguntó si creía en Dios: “Soy de los cristos y las vírgenes de Sevilla. Soy del Calvario y del Betis”, le replicó. Al Loco de la Colina y al día que entrevistó a Enrique el Cojo acude después Peris. “Cojo, calvo, gordo. ¿Qué habría sido de tu vida si no hubieses sido bailaor?”, le preguntó. “Guardacoches, hijo de puta”, contestó el artista.

Y cómo no, fotos de una Semana Santa irrecuperable. “Era entrañable, magnífica, se podía ver y vivir sin tropezar nadie con nadie. Ahora vamos a las procesiones espectáculo, todo vallado y a verlo desde lejos”, proclama Peris. Borbolla se estremece recordando a su tata Rafaela felicitándose por el amor entre dos hombres. Y los tres se maravillan al ver una foto de la Virgen de la Piedad de la Mortaja volviendo en andas por la Plaza del Pan con no más de treinta personas detrás.

“El año que cae el mito de Eddy Merckx”, resume Correal. “El año en que llevaron a un futbolista a hombros hasta su casa: Biri Biri”, titula Peris. “El año en que definitivamente mi mujer y yo nos unimos”, sentencia Rodríguez de la Borbolla.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último