La empresa SAMU, dedicada a servicios médicos de urgencia, con sede central en Sevilla pero implantada en todo el país y con proyectos internacionales, ha informado este jueves de que llevará a cabo medidas de regulación de su plantilla, dentro de un "amplio plan de reestructuración, que tiene como objetivo garantizar la viabilidad de su programa de emergencias sanitarias y acción social".

En este sentido, los ajustes afectarían a unos 500 trabajadores de los más de 2.800 con los que cuenta en estos momentos. La entidad dispone en Gelves (Sevilla) de una escuela que oferta cursos especializados en el ámbito sanitario, además de más de un centenar de centros en todo el país dedicados a la atención de personas con discapacidad y dependientes, menores inmigrantes, personas sin hogar y otros colectivos vulnerables y en riesgo de exclusión social.

En un comunicado, la empresa, con más de cuatro décadas de vida, esgrime que mientras los costes operativos, tanto de suministros como laborales, han crecido "de forma exponencial", las administraciones públicas "no han subido los importes de sus contratos de servicios de forma proporcional a esos incrementos".

"La contratación pública, principal vía de trabajo de SAMU, tiene además estrictas exigencias de calidad en la prestación de los servicios, pero que no ofrecen margen de maniobra para la gestión de esos contratos". Además, el "estrés financiero se ve acentuado por el retraso en los pagos de determinadas administraciones a las que SAMU presta servicio. En algunos casos, continúa el comunicado, los retrasos se convierten en impagos".

Considera la empresa que la modernización de la institución les "obliga" a llevar a cabo una "minuciosa gestión financiera" y a implantar una "eficiencia de todos los recursos acorde con una firma solvente y con futuro".

Por último, SAMU reconoce "la vocación, esfuerzo y dedicación de su plantilla" y señala que se trata de una "obligación impuesta por el contexto económico" para "garantizar la supervivencia y la capacidad de respuesta".

Entre las últimas intervenciones de la Fundación SAMU a nivel internacional, destaca la misión de un equipo médico de primera intervención en Marruecos tras el desastre provocado por un terremoto con epicentro en Ighil, en el sur del país, de magnitud 7 en la escala de Richter, con miles de muertos y heridos.

A partir de 2005, SAMU expandió su actividad hacia el campo de la acción social, produciéndose una eclosión de servicios para la atención de colectivos vulnerables en los sectores de la tercera edad, menores, inmigrantes, discapacidad intelectual y servicio de apoyo y asistencia escolar a alumnado con necesidades educativas de apoyo específico, entre otros.