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Ha muerto El Mani: Las sevillanas están de luto

  • El cantante de Gines llevaba casi un mes ingresado a partir de una infección que se le complicó con una embolia pulmonar

  • Fue uno de los referentes del género musical en la etapa dorada que se vivió en los 80

  • Gines decreta tres días de luto por el fallecimiento de este vecino, que siempre hizo gala de su pueblo

El cantante de sevillanas El Mani.

El cantante de sevillanas El Mani. / D. S.

La sevillana está de luto. En la mañana de este miércoles ha fallecido con 59 años José Manuel Rodríguez Olivares, conocido por su nombre artístico El Mani, tras permanecer casi un mes ingresado en un hospital a consecuencia de diversos problemas de salud que se han visto agravados por la diabetes severa que padece desde hace años. 

Sus restos mortales serán velados esta tarde y mañana jueves por la mañana -con las actuales restricciones y medidas de seguridad establecidas por las autoridades sanitarias- en El Tronío, el teatro municipal de Gines. La capilla ardiente estará abierta este miércoles de 17:00 a 21:00 y mañana jueves, de 10:30 a 14:30. A las 16:00 se celebrará el funeral en la parroquia de Nuestra Señora de Belén. La localidad del Aljarafe ha decretado tres días de luto por el fallecimiento de este vecino, que encumbró el género de las sevillanas.

La historia reciente de las sevillanas tiene en este vecino de Gines -patria de la que siempre ha hecho gala- uno de sus pilares fundamentales con el que contribuyó a que este cante alcanzara fama mundial en la década de los 80. Su voz enérgica y personal le dieron un sello inconfundible durante los más de 30 años que ha durado su trayectoria artística

Su apodo le llegó en plena adolescencia, cuando la serie de televisión Mannix entretenía a niños y jóvenes en la década de los 70. En aquella época este ginense se integró en el mítico coro de la Hermandad del Rocío de su pueblo. Con sólo 12 años ya desempeñó la función de solista, al comprobar el director de esta formación, Manolo El Pescadero, las sobradas cualidades vocales que atesoraba. La vinculación del Mani con este coro, con la hermandad y con El Rocío se mantendría a lo largo de su vida.

En la Navidad de 1987 le llegó su primera oportunidad para dar el salto a la fama durante un certamen de villancicos en Lebrija en el que participó con el coro rociero. Los representantes de la firma Senador le propusieron grabar su primer disco, que llevó por título Mi amor se llama Sevilla, que fue acogido con gran éxito de crítica. 

La fama y la consolidación como cantante de sevillanas le vino en 1988, en pleno auge de este género, cuando en el álbum Cosas de Sevilla incluye el tema compuesto por Tate Montoya: Candela, candela, que a partir de entonces no faltó en ninguna fiesta que se preciara.

El autor de la letra se la había ofrecido previamente a otros cantantes, hasta que le tocó el turno al Mani, que supo llevársela a su estilo personal y convertirla en otro icono de referencia de este cante. De este disco se vendieron más de 200.000 copias. Aquel vecino de Gines competía en lo más alto de las sevillanas con Los Cantores de Híspalis y María del Monte, terna de oro que marcó época.

Además de Tate Montoya, entre los autores de las letras que ha cantado se encuentran Fernando Camino, Paco Lola, Juan de Dios Pareja-Obregón, Paco Coria y Aurelio Verde. A la guitarra le han acompañado Manolo Nieto y el Niño Pura, entre otros. Y como arreglistas musicales, Manolo Marvizón, Manolo Soler y Jesús Bola

Bético, cofrade y rociero, llegó a salir de costalero de la Virgen de los Dolores de su pueblo y de nazareno en la cofradía sevillana de Las Aguas. Tal fue su arraigo con Gines, que rechazó actuar en EEUU al considerar que estaba "muy lejos" del municipio del Aljarafe

Su vida cambió a partir de 2012, con una diabetes severa que, entre otras consecuencias, obligó a amputarle una pierna y a perder casi toda la visión. Nada de ello le impidió que cada primavera, al llegar Pentecostés, se reuniera con sus amigos, Los Tristes, los incondicionales de Gines, y emprendiera el camino hacia la Blanca Paloma, cuya devoción siempre ha expresado, como pocos, a través del cante. Melodías de mayo que hoy están de luto.

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