Una sombra con polémica

La ansiada sombra de la Plaza del Pan llega con polémica. El Ayuntamiento defendió ayer las estructuras que se están montando en la céntrica plaza para dar cumplimiento a las peticiones de los comerciantes y vecinos, pese a su gran aparatosidad y su evidente impacto visual en un Bien de Interés Cultural (BIC) como es la iglesia del Salvador. Para la instalación ha sido necesario realizar unas obras de cimentación en la solería para anclar las zapatas y los postes, tareas que han requerido de los pertinentes estudios arqueológicos, pese a que ya se realizaron hace unos años cuando se remodeló la zona para el proyecto La piel sensible.

La instalación, a la que prácticamente sólo le faltan las velas, generó un debate ayer en las redes sociales y entre destacados profesionales. Las fuentes municipales consultadas por este periódico defendieron el modelo elegido, que aseguran que es similar al existente en otras zonas de la ciudad, por contar además con todos los parabienes de la Comisión de Patrimonio. Ésta habría sido la única opción viable para entoldar la plaza puesto que era "imposible" anclar las velas de fachada a fachada por la distancia existente, sobre todo en el extremo norte. Tampoco se han podido utilizar unos mástiles como en la Campana porque impedirían el tránsito de los servicios públicos. El modelo, según puntualizaron desde el Ayuntamiento, también habrían sido consensuado con los vecinos y los comerciantes de la plaza, además de ser temporal. Se retirará en octubre.

Desde la Asociación de Defensa del Patrimonio de Andalucía (Adepa), lamentaron profundamente la solución adoptada por el Ayuntamiento, como señaló a este periódico su presidente, Joaquín Egea: "Los inventos hay que hacerlos a partir de la Ronda Histórica. Debería haber unas normas que aclararan lo que se puede poner y lo que no en el casco histórico, desde las farolas a elementos como los toldos. Producen una contaminación visual evidente. Y la Ley de Patrimonio advierte de ello".

La solución que se ha adoptado es la "más aparatosa", aseguró Rafael Llácer, geógrafo, arquitecto técnico y profesor de la Universidad de Sevilla. Llácer conoce el proyecto de su exposición en la Comisión Local de Patrimonio y espera que la estética que presenta actualmente se "suavice" cuando se instalen las velas. "No genera un impacto como las farolas que había antes, pero sí que es una solución complicada para algo tan sencillo como es crear sombra. El problema es que el mobiliario urbano no puede ser el protagonista".

Tremendamente crítico fue el arquitecto Fernando Mendoza, que rehabilitó la iglesia del Salvador, una actuación por la que le fue concedido el premio nacional de Restauración. Mendoza tachó la estructura de "monstruosa, grosera y gratuita" y advirtió de su ilegalidad por atacar directamente el entorno: "La Ley de Patrimonio Histórico prohíbe elementos que distorsionen la visión de un BIC, como es la iglesia del Salvador".

Una veintena de comerciantes presentaron en junio de 2015 un escrito al Ayuntamiento solicitando la instalación de los toldos durante los meses de verano. Los firmantes aseguraban que llevaban muchos años con una petición que la anterior Corporación se comprometió en satisfacer, aunque finalmente no se llevó a cabo el entoldado por no encontrar un patrocinador.