La tala de árboles en Sevilla durante el primer semestre de 2019 ha disminuido en más de cien ejemplares respecto al mismo periodo del año anterior. Se trata de los números incluido en el registro de apeos que el Ayuntamiento hispalense publica en su web, en el que cada árbol que se ha suprimido de los parques o del viario público cuenta con una ficha que explica las razones de la desaparición. En total, son 166 ejemplares los que se han talado, una cifra bastante menor a los 6.542 árboles plantados en la última campaña y a los 276 que se apearon en la primera mitad del año anterior.

Desde que comenzó el presente ejercicio en la capital andaluza han desaparecido 166 árboles de las calles, parques y jardines. Por meses, febrero fue el más apeos registró. En total, 60 en 26 actuaciones. Destaca uno de los intentos de tala que más polémica ha suscitado los últimos meses. Se trata de las 11 melias en la calle Alejo Fernández, que debido a las obras de remodelación y futura apertura del Mercado de la Puerta de la Carne que, aún estando sentenciadas a morir, siguen en pie gracias a la presión ciudadana. 

En la ficha que acompaña a este apeo se descartaba el trasplante de estos ejemplares debido “al anclaje radicular actual, y, en general, al estado mecánico y fisiológico del arbolado afectado por la obra”. Tal decisión provocó las críticas de la plataforma Salva tus árboles, Sevilla, que pedía que estos ejemplares –que conformaban un pequeño oasis de sombra– se integraran en el proyecto del nuevo centro comercial, cultural y de ocio. Desde la administración municipal se explicó que el apeo se contemplaba en el mencionado proyecto, ya que en el lugar donde estaban plantados se instaló el cajón de obras y es el punto de inicio de las excavaciones.

También en febrero se procedió a la tala de seis olmos en la Plaza de Ponce de León, junto a la recuperada iglesia de Santa Catalina. Los ejemplares, según consta en el informe de Parques y Jardines, presentaban “ejes secos, corteza incluida en horquillas, cavidades y pudriciones severas”. El estado de este arbolado era de “muy deficiente”, lo que suponía “un riesgo severo”.

Las melias taladas en el entorno del Mercado de la Puerta de la Carne.

Otra de las actuaciones que destaca por su volumen de apeos fue la llevada a cabo en la calle Almotamid, en pleno barrio de Nervión, donde se eliminaron 19 ejemplares de la especie brachychiton. Para esta tala se destinaron 7.300 euros. Las lesiones graves que presentaban obligó a Parques y Jardines a tomar esta decisión. Entre dichos daños destacaban “cortes y desgarros de raíces de diámetro mayor a cinco centímetros a nivel del cuello, radicular en todo el perímetro del anclaje, quedando éste severa e irreversiblemente comprometido a nivel mecánico y fisiológico. Misma situación y riesgo de colapso de los ejemplares maduros de esta especie afectados por la obra de repavimentación del acerado de la calle, dadas sus dimensiones, edad fenológica, amplitud del plato radicular eliminado y diámetro de las raíces seccionadas. Desgarros en ramas secundarias por impacto de retroexcavadora”.

Listado de talas acometidas de enero a junio de este año.

La desaparición de estos árboles que aportaban gran sombra al viario obedecía, en parte, a la alarma que se había originado entre los vecinos al comprobar que las raíces de éstos afectaba a las fachadas de sus pisos, con riesgo de desplome en algunos de ellos. La actuación del Ayuntamiento provocó un nuevo rifirrafe entre PSOE y PP.

En todo el semestre los árboles apeados ascienden a 166, una cifra bastante inferior a los 276 que se eliminaron en la primera mitad de 2018. Tal disminución obedece a las labores de inspección y al importante volumen de talas que se han ejecutado en ejercicios anteriores, por lo que cada vez es menor la cantidad de ejemplares en mal estado. En este punto conviene recordar que cuando Espadas accedió a la Alcaldía en 2015 los árboles en nivel 4 (el más crítico) sumaban 2.500. Hace justo un año dicha cifra se reducía a 1.000.

Trabajadores municipales preparan la plantación de varios árboles en el Parque Celestino Mutis.

Durante este tiempo, el gobierno socialista ha cambiado el contrato para el cuidado de las zonas verdes. Entró en vigor el 1 de marzo de 2018 y contemplaba la plantación de 7.000 ejemplares en un año, cifra que finalmente se ha conseguido superar. La mayoría de estos árboles nuevos se han incorporado en la última campaña de plantación (la mayor que se ha hecho), que acabó en abril con una suma de 6.542 árboles y 10.877 arbustos.

La distribución de la nueva masa forestal se distribuye entre los ejemplares que se destinan a la conservación de zonas verdes (5.635 árboles y 7.904 arbustos), jardines históricos (137 y 2.973), Emasesa (607 árboles) y Gerencia de Urbanismo (163 árboles).

Fuentes municipales explican que, de cara al verano, la campaña de apeos de emergencia ya ha concluido. A partir de ahora se gestionan con tal denominación los casos que se detecten. Desde el Ayuntamiento confirman que el número de caídas de ramas o accidentes provocados por el mal estado del arbolado “se ha reducido considerablemente el último año”. “La situación de este verano no tiene nada que ver con los anteriores”, aseveran.