Los taxistas sevillanos, y del resto de Andalucía, están llamados este miércoles de nuevo a una movilización en la capital andaluza, la que en teoría debe ser la última antes de que se apruebe el decreto de la Junta que regula la actividad de las VTC en la comunidad. La nueva protesta será esta vez un día antes de lo habitual, pues en las tres semanas anteriores se habían desarrollado los jueves.

Este nuevo acto se produce después de una huelga que ha paralizado al sector por completo durante el pasado fin de semana, desde las siete de la tarde del viernes hasta las siete de la mañana de este lunes. El paro ha sido total (como es habitual en este sector, donde los convocantes ejercen una fuerte presión) y sólo han trabajado servicios mínimos para casos muy específicos, como el traslado de enfermos, que se han hecho de forma gratuita.

Un centenar de piquetes informativos estuvo dando a conocer los motivos de la huelga a la ciudadanía. En la mayoría de los puntos reinó la tranquilidad, con ciertos momentos de tensión como los vividos en el hotel Alfonso XIII, cuando varios taxistas sorprendieron a un compañero suyo de Córdoba que acudía a recoger a un cliente.

Sí hubo incidentes destacables en el aeropuerto de San Pablo durante la noche del viernes. Un conductor de un VTC resultó herido por el lanzamiento de una piedra, que le impactó en el hombro. Los fragmentos de cristal de la luna rota le causaron numerosos cortes en la cabeza, por los que sangró de manera abundante. Tuvo que ser atendido en el hospital.

Además, fueron numerosos los lanzamientos de piedras y huevos a los VTC, sobre todo en el aeropuerto durante el fin de semana, donde incomprensiblemente no había policías la noche del viernes. 

La madrugada siguiente, la del sábado al domingo, dos taxis fueron incendiados en el entorno del Palacio de Deportes de San Pablo. Uno de los vehículos quedó completamente destrozado, y el otro, que es nuevo, resultó parcialmente dañado.

Durante todo el fin de semana hubo episodios de desinformación, sobre todo en relación con las tarifas de empresas como Uber y Cabify, de las que se difundieron capturas con precios muy elevados, que no correspondieron a la media del fin de semana.

Con el paro de este fin de semana, que estaba plagado de eventos en Sevilla (como la Supercopa de baloncesto, la Feria de San Miguel, la salida extraordinaria del Cerro y numerosos conciertos programados en los marcos de la Bienal de Flamenco y el Icónica Fest, entre otros) los taxistas pretenden ejercer la máxima presión sobre la Junta para que cambie algunas de las propuestas del decreto que prepara para regular la actividad de los VTC.

El 1 de octubre termina el plazo dado por el Gobierno central para que se mantuviera la coexistencia de ambos gremios, y desde entonces son las autonomías las que entran a regular el sector del transporte urbano de viajeros.