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Los taxistas de Sevilla quieren uniforme

Los taxistas de Sevilla quieren uniforme.

Los taxistas de Sevilla quieren uniforme. / Rossell

Los taxistas quieren uniforme. El Instituto del Taxi de Sevilla ha iniciado los trámites administrativos para la elaboración de un manual corporativo sobre la uniformidad de la vestimenta de los conductores de taxis en la ciudad, de adopción voluntaria, como consecuencia de la propuesta formulada por dos de las asociaciones representativas del sector y aprobada por el Consejo de Gobierno del Instituto del Taxi en una sesión celebrada el pasado 28 de julio.

Sobre la uniformidad voluntaria de los conductores de los taxis, las asociaciones mayoritarias consideran que sería necesario para mejorar la imagen del sector recomendar el uso de prendas que permitan visibilizar la corrección y buena imagen de los taxistas, siendo también un elemento que permita competir con los vehículos de transporte con conductor (VTC).

La dirección general de Movilidad ha abierto un periodo de consulta pública sobre la uniformidad de la vestimenta de los conductores. Los titulares de una licencia municipal de taxi y de las asociaciones representativas del sector podrán presentar cuantas opiniones, sugerencias o propuestas sobre el asunto estimen oportunas hasta el próximo 31 de diciembre.

Las asociaciones mayoritarías también piden unificar la estética de los vehículos

Con el manual corporativo sobre la uniformidad de las prendas de los conductores de los taxis se persiguen los siguientes objetivos: proyectar una imagen del taxi y sus conductores unificada y fácilmente distinguible por las personas usuarias; y propagar valores del servicio como son la profesionalidad, seriedad, seguridad, regulación y control por el Ayuntamiento de Sevilla.

Una de las últimas ciudades en regular una vestimenta obligatoria a los taxistas fue Madrid, aunque el Consistorio optó finalmente por una opción flexible: corrección en el vestir, pero dando libertad a cada profesional para hacerlo eligiendo el color de la camisa o el polo (siempre liso) y añadiendo pantalones oscuros, chaqueta oscura y zapatos cerrados. Cuando la ordenanza se aprobó inicialmente, el Ayuntamiento propuso la obligación de los profesionales del sector de “cuidar su aseo y vestimenta”. Y establecía de forma detallada que los conductores tendrán que vestir “camisa o polo oscuros”, “pantalón o falda, ambos de vestir y oscuros”, “jersey, chaleco o chaqueta oscura, si fuera necesario” y “zapatos cerrados oscuros”. Finalmente, y dadas las alegaciones recibidas, se les permitirá vestir camisa o polo de cualquier color, siempre que sea liso.

En el caso de Jerez de la Frontera, han sido los taxistas los que se han adelantado al gobierno municipal, como en Sevilla. Hace tres años, una tercera parte de los taxistas de la ciudad apostaron por uniformarse. El sector buscaba adelantarse a los VTC, que siguen unos protocolos muy especiales. Las prendas de las que disponen son numerosas, para que puedan ir intercambiándolas según la estación del año. Los taxistas disponen de polo, camisa de manga larga, de manga corta, sudadera, cazadora e incluso un chaleco. Los colores básicos de la equipación son el celeste de las camisas y polos y el azul de las prendas de abrigo. El pantalón entra dentro del uniforme, pudiendo llevar los taxistas el que prefieran, “si bien estas prendas combinan perfectamente con unos pantalones tejanos o vaqueros, que son normalmente los más utilizados”.

En paralelo, el Instituto del Taxi de Sevilla también ha iniciado los trámites administrativos para la aprobación de una nueva identificación de los vehículos autotaxis en Sevilla como consecuencia de la propuesta formulada esas dos asociaciones representativas del sector del taxi y aprobada por el Consejo de Gobierno del Instituto del Taxi en la misma sesión de finales de julio.

Si bien la identificación de los taxis se va a adaptar a la modificación operada en el Reglamento Andaluz del Taxi y al escudo de ciudad de Sevilla, las entidades mayoritarias consideran que deben realizarse adaptaciones en la imagen visible de los vehículos para que se gane en modernidad, valoración y un nuevo concepto de servicio.

Varios conductores en una parada de taxi. Varios conductores en una parada de taxi.

Varios conductores en una parada de taxi. / Juan Carlos Vázquez

Con la nueva identificación de los vehículos autotaxis se persiguen los objetivos de proyectar una imagen más moderna de los taxis, que conecte visualmente con los usuarios; propagar valores de un servicio accesible para personas en situación de discapacidad, seguridad, regulación y control por el Ayuntamiento de Sevilla; y transmitir una imagen limpia y un equilibrio visual del taxi.

En este sentido, el Instituto del Taxi ha abierto también en este caso un periodo de consulta pública con la finalidad de conocer la opinión y las propuestas sobre la nueva identificación de los vehículos autotaxis por parte de los titulares de una licencia municipal de taxi y de las asociaciones representativas del sector. Podrán presentarse cuantas opiniones, sugerencias o propuestas sobre el asunto estimen oportunas hasta el 31 de diciembre.

Por otro lado, el Instituto Municipal del Taxi ha aprobado unas instrucciones para autorizar la instalación de videocámaras en los taxis bajo la exclusiva responsabilidad del titular de la licencia municipal de taxi con aspectos como la obligación de contar con “carteles informativos que adviertan de la captación de imágenes” en el vehículo, la activación de las grabaciones “sólo en caso de necesidad, no pudiendo realizar grabaciones por defecto”, o el borrado de las mismas en un plazo máximo de un mes.

Estas instrucciones se dirigen a “los titulares de licencia municipal de taxi que soliciten autorización para la instalación de videocámaras en los vehículos autotaxis, bajo su exclusiva responsabilidad”, incluyendo la obligación de rellenar un formulario en el que declaren su compromiso con que “el tratamiento de los datos obtenidos a través de las cámaras será exclusivamente garantizar la seguridad de las personas, bienes e instalaciones”.

Los vehículos podrán usar cámaras sólo para garantizar la seguridad de los clientes

Otra de las instrucciones estipula que “la conservación de dichos datos, que deben ser los mínimos e indispensables para conseguir el fin perseguido, sólo podrá mantenerse por un plazo máximo de un mes desde su captación”; así como que “el espacio sometido a grabación será única y exclusivamente el interior del vehículo”.

El citado formulario también incluye el compromiso de que el vehículo cuente con “carteles informativos que adviertan de la captación de imágenes, así como que suministren al ciudadano información sobre las mismas, la identidad del responsable del tratamiento y el derecho de acceso, rectificación y oposición”.

Figura igualmente la máxima de que la viodeocámara será activada “sólo en caso de necesidad, no pudiendo realizar grabaciones por defecto”; agregando que “los titulares de licencia municipal de taxi que, con fecha anterior a la de aprobación de las presentes instrucciones, hubieren solicitado la instalación de videocámaras, deberán formular nuevamente su solicitud conforme al modelo establecido o bien complementarla con la declaración responsable y documentación establecida en el mencionado modelo”.

Una fila de taxis en la céntrica parada de la calle Imagen. Una fila de taxis en la céntrica parada de la calle Imagen.

Una fila de taxis en la céntrica parada de la calle Imagen. / Juan Carlos Vázquez

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