FERIA Toros en Sevilla hoy en directo | Morante, Castella y Rufo en la Maestranza

Incendio en Sevilla

"Dos minutos más y estaría muerto"

Alejandro Tapia Salgado, ayer en el bloque incendiado.

Alejandro Tapia Salgado, ayer en el bloque incendiado. / Juan Carlos Muñoz

Alejandro Tapia Salgado tiene 29 años y una discapacidad del 80%. Sufre una parálisis cerebral, que lo mantiene postrado en una silla de ruedas. La suya es eléctrica, lo que le otorga cierta autonomía a la hora de desplazarse. Vive, o al menos lo hacía hasta principios de esta semana, en un bajo del bloque de la calle Carlos García Oviedo (la antigua Regiones Devastadas) que se incendió la tarde del lunes.

El fuego se declaró en el cuarto de contadores del edificio, que se llenó de humo. Nueve personas resultaron intoxicadas y tuvieron que ser atendidas por los servicios sanitarios de los Bomberos y del 061. Uno de los heridos precisó traslado al hospital. Las imágenes del suceso, publicadas por los servicios de emergencias del Ayuntamiento de Sevilla, tuvieron una gran difusión porque en ellas se podía ver a un bombero aplicando oxígeno a un gato, al que lograron salvar. Otro gato y un perro no tuvieron tanta suerte.

Alejandro logró salir por sus propios medios, ya que su pareja empujó su silla en el primer momento del fuego. "Nos dijeron los Bomberos que dos minutos más y no habríamos podido salir. Ahora estaría muerto", dice, en una entrevista con este periódico, al que atiende en el bloque incendiado. El edificio, que es de Emvisesa, sigue sin luz y se estima que los trabajos de reparación se prolonguen durante un mes y medio. La mayoría de los vecinos afectados han sido realojados en distintos apartamentos de la ciudad, pero a Alejandro declinó el realojo y reside estos días en casa de un familiar.

El cuarto de baño de Alejandro, hoy lleno de contadores. El cuarto de baño de Alejandro, hoy lleno de contadores.

El cuarto de baño de Alejandro, hoy lleno de contadores. / Juan Carlos Muñoz

"Me ofrecieron un apartamento adaptado, pero está en Bellavista y me resultaba muy lejos de aquí", explica. Y aquí está clave del asunto. No lo dice por comodidad, sino porque tiene que venir cada día a abrirles la puerta de su casa a los operarios de Endesa para que reparen la instalación eléctrica. El día del incendio, descubrió que todo el cableado del edificio pasa por encima de su cuarto de baño, tapado sólo por un falso techo. "Después de lo que ha pasado, ya tengo mucho miedo a volver a mi casa. Porque esta vez he logrado salir, pero si vuelve a ocurrir, nadie me asegura que pueda hacerlo".

El joven pide que se proteja el cableado de otra forma, o al menos que no tenga que pasar todo por su cuarto de baño. "Cuando hicieron el edificio, en el año 2013, la salida de todos los cables de contadores, según los Bomberos, pasan justo por mi cuarto de baño, que es adaptado a personas con movilidad reducida. El caso es que el Ayuntamiento no piensa derivar esos cables, y quieren pintar mi casa y que yo siga alojado allí", apunta. Alejandro solicita un realojo en una VPO (en régimen de alquiler, como reside actualmente) adaptada a su discapacidad funcional, tal como estaba su casa.

Estado en que quedó el bloque tras el siniestro. Estado en que quedó el bloque tras el siniestro.

Estado en que quedó el bloque tras el siniestro. / Juan Carlos Muñoz

Sobre el incendio, relata que todo empezó con un apagón. Eran las cinco y media de la tarde del lunes. "Vimos que se fue la luz, pero no le dimos ninguna importancia. Ya volverá, nos dijimos. Pero al poco tiempo escuchamos a una vecina que gritaba y avisaba de que los contadores estaban a punto de explotar. Salía humo del cuarto de contadores, y veíamos unos pequeños estallidos".

Los Bomberos desalojaron las 49 viviendas del bloque, mientras que hasta el lugar de los hechos acudieron también los servicios sanitarios y la Unidad de Emergencias Sociales (Umies), para coordinar los realojos a los afectados. Aunque en un primer momento el Ayuntamiento informó de que los desalojados podrían volver a sus casas cuando los técnicos de Endesa terminaran, no fue posible el regreso aquella noche y la reparación del edificio necesita algo más de tiempo.

Pero el joven discapacitado tiene miedo de volver. "Sólo pido que, ya que hacen la obra, que la hagan de otra forma, por favor. No quiero jugar a la ruleta rusa".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios