Las vacunas salvan de la cuarta ola a las residencias de mayores de Sevilla
Coronavirus
Los geriátricos de la provincia han pasado de 275 a cero contagios en tres meses
Desde marzo sólo se han registrado dos fallecimientos por Covid en estos centros
Fueron las víctimas predilectas del coronavirus durante casi toda la pandemia, sobre todo al principio. Pero también fueron los primeros en recibir la ansiada vacuna en los últimos días del fatídico 2020. Es por ello que los trabajadores del sector sanitario y los mayores ingresados en residencias están viendo pasar esta cuarta ola sin que apenas les afecte. Son la confirmación de que vale la pena recibir el pinchazo.
Al principio de la pandemia, los centros de mayores eran el lugar perfecto para un virus que se crece en los espacios cerrados y se ceba con los sistemas inmunológicos más débiles. La crisis sanitaria pilló a las residencias desprotegidas y el coronavirus se coló sin resistencias. Al menos, 396 ancianos residentes con Covid en geriátricos y otras instituciones similares han muerto durante este año de pandemia. Aunque esta cifra podría ser mayor, ya que, durante la primera ola, el acceso a pruebas diagnósticas estuvo restringido y muchos ancianos con síntomas compatibles se quedaron sin diagnosticar. En los últimos dos meses, sólo se han registrado dos decesos.
Las vacunas también ha reducido notablemente los contagios en las residencias. En los casi 15 meses que suma ya la pandemia, los diagnósticos en los mayores residentes ascienden a 2.350, según el último informe Covid de Andalucía. Durante el último mes, nuclear en la cuarta oleada, sólo se han registrado tres casos dentro de este sector de la población. Una cifra prácticamente testimonial gracias a las vacunas, unidas a las medidas de seguridad que siguen vigentes en estos centros, que han permitido que el virus pase de largo desde que arrancó esta nueva embestida.
Libres de Covid desde marzo
Las residencias de mayores sevillanas llevan desde principios de marzo prácticamente sin comunicar contagios. Unas cifras muy lejanas de los más de 250 semanales que se llegaron a contabilizar a finales de enero y principios de febrero. Al comparar los informes de seguimiento de la Junta desde la semana del 1 al 7 de febrero -en plena ebullición de la tercera ola y con la pauta de vacunación incompleta- con los últimos siete días, del 10 de mayo a hoy mismo, la bajada de la incidencia del coronavirus queda de relieve, sobre todo, desde principios de marzo cuando los contagios se redujeron a cero por primera vez, en un momento en el que en la mayor parte de estos centros se había completado ya la inmunización entre residentes y trabajadores. A principios de febrero los positivos entre los mayores ascendían a 275 y eran 132 los empleados también contagiados.
Una evolución que ha dejado "sin palabras" a la directora de Cuidados del Distrito Sanitario Aljarafe-Sevilla Norte, Ana María Reales. De ella depende el seguimiento de 91 centros de ancianos y discapacitados de esta área sanitaria, a través del trabajo de las enfermeras gestoras de casos, y asegura que el impacto de las vacunas en los mismos "ha sido espectacular". "En dos semanas ya teníamos prácticamente a todo el mundo vacunado y desde mediados de febrero no hemos vuelto a comunicar ningún fallecimiento", destaca Reales, que no puede dejar de acordarse "de todo lo malo pasado" y "de los abuelitos que se nos han ido", y que felicita a los equipos de vacunación por su "voluntariedad" y "compromiso".
Después de meses confinadas, las residencias empezaron a abrirse hace algunas semanas, aceptan visitas y los ancianos pueden salir. Pero se mantienen las medidas de seguridad, como las mascarillas y también los equipos de protección individual entre el personal. Están más tranquilos, pero atentos. "Con las residencias no bajamos la guardia. Son personas muy vulnerables a las que ya sabemos cómo les afecta este virus por lo que seguimos haciendo los seguimientos a través de la red de enfermeras gestoras de casos, en continuo contacto con los directores tanto por una plataforma digital como por teléfono. A los trabajadores, que durante meses les estuvimos haciendo PCR semanales, ahora también se les hacen, a pesar de estar vacunados, pero cada 21 días", explica.
Por otra parte, todavía queda información por conocer sobre las vacunas, como la duración de la inmunidad o el papel de las nuevas variantes en su efectividad. "De momento no nos han llegado a comunicar si finalmente se hará efectiva la necesidad de una tercera dosis de la vacuna. Si es verdad que hemos visto casos, sobre todo en profesionales, que, con sus dos dosis ya puestas, han dado positivo en la PCR, sin embargo, no han desarrollado la enfermedad, ni la han transmitido", destaca.
De 115 a una muerte a la semana en Andalucía
A nivel regional, transcurridos casi cinco meses desde que el 27 de diciembre se inaugurara la campaña de vacunación, los efectos de los pinchazos han supuesto, igualmente, un antes y un después. Los fallecimientos han pasado de 115 semanales a uno en menos de cuatro meses. Según el último informe del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), entre el 29 de marzo y el 19 de abril, solo se han registrado ocho contagios y dos fallecidos. Se trata de una caída del 99,2% en la cifra de muertos -y del 97% en las infecciones- respecto a la última semana de enero, cuando la tercera ola alcanzaba su punto álgido y la vacunación aún no había surtido efecto. Desde entonces, el descenso de la ola y los efectos de la inmunización masiva en estos centros han provocado un desplome de casos y decesos, dejando a las residencias andaluzas prácticamente libres de Covid.
Por meses, a finales de enero los fallecidos por Covid en residencias de mayores representaban el 22,8% del total de fallecidos, en febrero el 11,5%, en marzo el 4,6% y en abril el 3,6%. Mientras que en lo que a contagios se refiere, se ha pasado de 1.371 positivos en residencias en el mes de enero a 783 en febrero, 61 en marzo, 17 en abril y seis en lo que va de mayo.
Fuga de profesionales
Una buena noticia que, según alertan desde la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM), contrasta con la situación "cada vez más insostenible" que se vive en los geriátricos andaluces por una fuga de profesionales debido a la alta demanda del Servicio Andaluz de Salud (SAS) personal de Enfermería que estaría provocando que "muchos de los que vienen desempañando su trabajo en las residencias de mayores, ante las mejores condiciones económicas y mayores posibilidades de promoción ofrecidas están trasladando sus servicios al SAS", advierte el presidente de FOAM, Martín Durán.
"Se trata de una situación que está creando un déficit importante de enfermeros en residencias de mayores de manera que en algunas provincias ya es imposible, cuando alguien se marcha al SAS, encontrarle un sustituto. Los enfermeros, además de obligatorios, son totalmente necesarios en los geriátricos por lo que la Consejería de Salud ha de encontrar una solución urgente a este problema", reclama.
Por otro lado, Durán exige al presidente andaluz, Juanma Moreno, "que cumpla su compromiso con las residencias" donde se han hecho unos "gastos extraordinarios como consecuencias del Covid-19 que han situado a muchas de ellas en una situación económica muy difícil".
"Entendemos y reconocemos los gastos extraordinarios que, debido al Covid-19, se han generado y han venido soportando los centros asistenciales debido a la extraordinaria labor realizada por todos los profesionales del sector de la dependencia y que conseguiremos mitigar con una asignación del Fondo Social Extraordinario tal y como nos propone en su escrito", insisten en FOAM.
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