Entre las hipótesis que manejan los agentes que investigan la muerte violenta de un joven en Santa Clara, la principal es que se trató de una pelea entre dos pandillas. Los vecinos de la zona relacionan la riña con las discotecas que hay al otro lado de Kansas City, en el polígono Calonge, y las botellonas que también hay por aquella parte de la ciudad. Casi todos los residentes de la urbanización Nuevo Continente que atendieron a la prensa coincidieron de hecho en recalcar que todos los fines de semana hay "jaleo" a primera hora de la mañana, momento en el que los grupos de jóvenes salen de la zona de ocio para regresar a sus barrios.

“Raro es que no haya sucedido algo antes”, contaba un vecino de los bloques que dan a la avenida y que también describía cómo cada sábado y domingo, e incluso los jueves por la noche o los viernes, hay “jaleo” cuando llega la hora de regresar a casa. “Hace tres o cuatro meses vi a uno con un machete. Del sábado al domingo siempre hay peleas ahí al lado, en las discotecas del polígono”, añadía. "No digo que esto haya sido por eso", matizaba también con prudencia.

Un ramo con una rosa en memoria del fallecido, en el semáforo junto al que se produjo el apuñalamiento.

“Antes veíamos estas noticias por la tele y ahora la tenemos en la puerta de casa. Es preocupante”, refrendaba otro vecino justo al lado del trozo de calzada donde había fallecido el joven. “Oí ruidos pero no me extrañó”, relataba una vecina de esos bloques situados en la esquina entre la avenida y Carabela Santa María. “Escuché un griterío, pero estoy acostumbrada porque todos los fines de semana hay mucho jaleo de la discoteca”, lamentó otra.

De hecho, una reclamación histórica de los vecinos de esa parte del distrito San Pablo-Santa Justa es que se incremente la presencia policial para prevenir los enfrentamientos que suelen producirse a la salida de las discotecas ubicadas junto a Kansas City. Este domingo sí que vieron "un montón de policías", como destacó una vecina, pero por un motivo que a alguna señora se le hacía difícil digerir: "¿Un muerto? Por favor, me ha entrado un frío por el cuerpo...", le decía a una amiga.