Un vídeo publicado por los servicios de emergencias del Ayuntamiento de Sevilla relata cómo fue el rescate del piso incendiado en San Bernardo la madrugada del sábado. Tres personas resultaron heridas en este siniestro y uno de ellos se encuentra en estado crítico. Se trata de un hombre de 74 años al que el 061 y los bomberos lograron salvar la vida tras practicarle una maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP), pues había sufrido una parada cardíaca.

Su mujer, de 74 años, resultó herida con quemaduras y una intoxicación grave por inhalación de humo. La hija del matrimonio, de 50 años, también resultó intoxicada al tragar el monóxido de carbono del incendio. El fuego se declaró sobre las cuatro y media de la mañana del sábado en un piso de una segunda planta de un bloque de la calle Cristo de la Salud, muy cerca de la parroquia de San Bernardo y a la espalda de la Fábrica de Artillería.

Las imágenes son muy explícitas y revelan no sólo la angustia del momento y la intensidad del trabajo de bomberos, policías y sanitarios, sino también la dulzura con la que éstos profesionales se dirigen en algún momento a las personas heridas. Así, uno de los policías explica a la mujer que su hija y su marido ya están siendo atendidos y le pide que no se preocupe, cuando ésta les pregunta por ellos, todavía aterida de frío cuando es sacada del edificio en una camilla. 

"Venga, miarma, venga guapa, que te has portado muy valiente", le dice uno de los agentes a la mujer, en camilla, mientras pide a sus compañeros que la tapen con una manta térmica. Mientras, su marido era reanimado por los sanitarios de Bomberos en el rellano de la segunda planta durante 45 minutos y su hija era ya atendida por el 061 en otra ambulancia.

El vídeo ha sido elaborado con las imágenes de varias cámaras que llevaban policías locales instaladas en el pecho. Varias horas de grabación se han condensado en seis minutos, en los que se muestran desde los momentos de tensión al inicio de la intervención hasta el final con el traslado de los heridos en ambulancia. "¡Las llamas son muy fuertes!", "¡se está cayendo el techo!", "¡nadie en el humo, eh, salirse del humo!" o "¡un tío con botella aquí ya!" (reclamando la presencia de un bombero con una botella de oxígeno) son algunas de las frases que se oyen en el fragor del rescate, todo ello bajo una densa humareda que empieza a cubrir los pasillos y zonas comunes del bloque.

También se oyen las peticiones de rescate de algunos vecinos. Incluso la voz de una mujer que pregunta insistentemente por sus gatos. "Por favor, ¡un bombero aquí con una cizalla o algo!", grita un hombre, señalando hacia la ventana por la que luego serían rescatados dos de los heridos. Quien pedía auxilio era otro hijo del matrimonio. A través de la ventana, cuando llega la Policía Local, se puede ver a la mujer pidiendo ayuda con una linterna. Los bomberos comenzaron a arrancar la reja a base de machotazos y con una palanqueta, hasta que consiguieron desanclarla y levantarla. Por ahí sacaron al matrimonio.

La hija, que tiene una discapacidad, fue rescatada por la puerta de la vivienda. El bombero que la localizó sufrió quemaduras de primera grado en las manos, los hombros y la cara, dadas las temperaturas que se alcanzaron en el interior del piso. Este profesional accedió por la puerta y encontró a la hija tumbada en el suelo. Se enfrentó al fuego y se dedicó a apagarlo (o apantallarlo, según el término técnico) con una manguera, mientras otro equipo se encargó de rescatar a la mujer, que estaba inconsciente. 

La Policía Nacional sigue investigando el origen del fuego, del que no han trascendido las causas. Lo que parece seguro, apuntan fuentes del caso, es que el incendio estaba muy desarrollado y se había exteriorizado por varias ventanas.