Vox logra meter mano en los colegios de Sevilla al segundo intento

Educación

La formación de derechas consigue que se retiren los cuadernillos sobre educación sexual

Fracasó en verano en su propuesta de eliminar el árabe de las aulas

El Ayuntamiento de Sevilla retira de los colegios los cuadernillos de educación sexual

Niños en una ula de Primaria.
Niños en una ula de Primaria. / Redacción Sevilla

A la segunda, va la vencida. El grupo de Vox en el Ayuntamiento de Sevilla no ha tenido que esperar a un tercer intento para influir en la política educativa local. Aunque en este ámbito las competencias municipales son escasas, la formación de derecha ha conseguido un objetivo muy importante en las escuelas, lo que evidencia el pacto con el gobierno de José Luis Sanz. Los de Santiago Abascal han logrado que se retire de los centros de Infantil y Primaria el cuadernillo con educación afectivo-sexual redactado durante el mandato socialista. Ya intentaron algo similar a principios de verano, cuando llevaron a Pleno una propuesta para que no se impartieran clases de árabe en los centros públicos, planteamiento que fracasó al no obtener el respaldo de los populares. Ahora sí se han anotado un tanto.

Cristina Peláez, portavoz de Vox, no escondía su satisfacción este martes. La expresaba en un vídeo a las puertas del Ayuntamiento. Su grupo político ha convencido al PP para que retire de los colegios el cuadernillo sobre educación sexual. Era uno de sus propósitos desde que comenzó el actual mandato. En aquel momento las relaciones con los populares eran muy distintas a las de ahora, convertidos en socios de gobierno. Lo que no ha cambiado es el discurso de la formación de Abascal. Para Vox, la educación sexual debe circunscribirse al ámbito doméstico. "Es cosa de los padres", defienden. En las aulas sólo debe atenderse al aspecto biológico. Nada más. Todo lo que sea hablar de relaciones sexuales supone, según este partido, "adoctrinar" a la infancia y despertar en los menores un precoz deseo sexual.

Frente a estas declaraciones, el gobierno local se limita a responder que dichos contenidos se han retirado para ser redactados de nuevo por parte de un grupo de expertos en distintos ámbitos. Una respuesta que supone una huida hacia adelante para no reconocer la presión que ha ejercido Vox en esta cuestión. Como se ha comentado antes, no es la primera vez que los de Abascal intentan marcar las directrices en la política educativa del Ayuntamiento. Ya lo hicieron a principios de verano, cuando llevaron a Pleno una propuesta para acabar con un programa estatal, que lleva desarrollándose 15 años, mediante el que se imparten clases de árabe y de cultura marroquí. Se trata de una actividad extraescolar que ofertan ocho colegios de la ciudad.

Primer intento fallido

Aquel intento quedó varado con la oposición del PSOE, Podemos-IU y el PP, que también se sumó a la negativa. Todo ello en un debate plenario muy crispado, en el que no faltaron acusaciones sobre islamofobia por parte de los grupos de izquierda, y en un contexto nacional en el que Vox pedía endurecer las políticas de inmigración.

Una de cal y otra de arena. Los populares han tenido esta vez que aceptar los deseos de sus socios y retirar un material elaborado durante los mandatos socialistas. Quizás este deseo resulte más fácil de cumplir, pues este tipo de contenidos se circunscribe al ámbito local. Una decisión que ha generado duras críticas del PSOE y Podemos-IU, que han alertado de "censura" y del peligro que supone eliminar dicha enseñanza de las aulas en una época de gran consumo de pornografía por parte de menores. No han faltado tampoco alusiones a la postura adoptada por Sanz en este ámbito, que asemejan a la de Ayuso en Madrid.

El pin parental

Las propuestas de Vox en el terreno educativo siempre han protagonizado titulares. Sin ir más lejos, en la primera legislatura de Juanma Moreno en Andalucía este partido exigió un pin parental para ciertas actividades escolares, lo provocó uno de los momentos de mayor crispación entre Ciudadanos y Vox, gracias a los cuales el PP se hizo con el gobierno de la Junta en 2018. La propuesta cayó en saco roto.

Una presión a la que Sanz ha cedido en esta ocasión y que permite que la formación de Abascal se anote un importante tanto en educación.

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