Minutos antes del partido ante el Real Madrid, justo cuando el equipo viajaba desde el hotel St. Davis, en la bahía de Cardiff, al estadio, la radio oficial del Sevilla confirmaba la marcha de Alberto Moreno al Liverpool tras darse por cerrada definitivamente una negociación que ya estaba finiquitada entre clubes en un montante global que ronda los 20 millones de euros, repartidos en 18 millones como cantidad fija, a los que se le añadirían otros dos en calidad de variables por rendimiento y objetivos.

Aunque las partes estaban de acuerdo desde hace una semana, la importancia de la final aconsejaba no desviar la atención en otra dirección, pero, como aseguraba Diario de Sevilla, estaba acordado que Alberto Moreno no iba a jugar ante el Real Madrid un partido de tal trascendencia con el riesgo que suponía para la operación su concurso, ya fuera por una lesión o por una revalorización que, con una actuación destacada, obligara al Liverpool a hacer un desembolso mayor y pelear con otros clubes que quisieran al jugador. Cuando se confirmaron las alineaciones, la presencia de Fernando Navarro en el once elegido por Unai Emery daba, si cabe, más oficialidad al traspaso del jugador del Cerro del Águila.

Alberto Moreno no volverá ya hoy con el equipo al Sevilla, sino que viajará hasta Liverpool para pasar el reconocimiento médico con el club de Anfield, paso previo a la firma de su contrato, que estampará por cinco años de duración. El joven internacional sevillista viajará desde Cardiff hasta Liverpool junto a su representante, Javier Moya, que estuvo presente en la final de la Supercopa europea.