Otro ejercicio de fútbol plano, intrascendente y hasta ausente en el área del equipo contrario, estuvo a punto de ponerle cuesta arriba la eliminatoria a este Sevilla desnortado, con la moral bajo mínimos y sin plan ofensivo alguno. Pero en el fútbol el factor azaroso juega y mucho. Y si Koundé cometió un azaroso penalti –penalti de nuevo cuño– al abrir el brazo en un gesto instintivo, al desequilibrarse en el aire –su movimiento fue de lo más natural, pero punible–, los sevillistas empataron con otro golpe de fortuna, esta vez a favor, en ese tiro de Rony que cayó en los pies de De Jong con En-Nesyri a su lado con todo a favor para marcar. El azar vino a repartir justicia en espera de ver si el bloqueo sevillista es transitorio o no.

Defensa

Cuando entrenó la tarde anterior, Lopetegui se debió convencer de que era un partido de pierna dura, fricciones, balones divididos. Y blindó el pasillo interior con Gudelj, Fernando y Joan Jordán. Prescindió de ese teórico mediapunta, que en Vigo y ante el Espanyol fue Mudo Vázquez, y cambió esta vez a un 3-4-3 con Gudelj incrustado entre Koundé y Diego Carlos. Tuvo más réditos defensivos que ofensivos en la primera mitad. Se hizo el dueño de la zona ancha, no permitió una sola acometida del brioso y rústico equipo rumano, que sólo se acercó a Vaclík en un par de acciones a balón parado.

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No obstante, el Cluj percibió en la primera parte que el Sevilla es hoy más nombre que juego y apretó más arriba. En su insistencia halló ese afortunado penalti y se contentó con defenderlo.

Ataque

Bajo ese 3-4-3 inicial, apenas destacar un tiro de Suso que De Jong, que pasaba por allí, desvió de tacón al larguero. Ocampos no apareció por la izquierda, en la mediapunta Suso tampoco y De Jong se marcó él solo arriba.

A la desesperada, con En-Nesyri por Navas, dos puntas y Koundé en el lateral diestro, hubo más sensación de peligro. Rony sí ejerció de mediapunta y también se notó.

Virtudes

Los tres medios sofocaron la animosidad rumana. Con los cambios hubo algo de peligro. Algo.

Talón de Aquiles

Salir a que las cosas lleguen porque sí, sin forzarlas. Plano, plano.