El Sevilla saldó con un empate su segundo amistoso de pretemporada, ante un rival de Champions, tras dar dos imágenes distintas, con dos onces diferentes también. Le quedan ajustes a Julen Lopetegui, quien sólo pudo alinear a un central del primer equipo, Rekik, ya que Marcao, con molestias, tampoco pudo debutar en Lisboa. Les quedó el buen sabor a los sevillistas de llevarse el Trofeo de los Cinco Violines ante más de 30.000 espectadores en el José Alvalade, al superar a Sporting en la tanda de penaltis que decidió el ganador.

Un buen gol de Tecatito Corona al cuarto de hora puso por delante en el marcador al Sevilla en el José Alvalade ante el Sporting lisboeta. El tanto llegó fruto de una de las señas de identidad de Julen Lopetegui, la presión a la salida del balón rival. Adán, con los centrales marcados, buscó romper la línea por dentro y le dio el balón a Óliver Torres, quien inmediatamente se la puso al mexicano en el área, donde cruzó con calidad ante el meta madrileño.

🏆 Campeones de la novena edición del #Trofeu5Violinos 🇵🇹 #WeareSevilla #NuncaTeRindas pic.twitter.com/qQlpw4ogwv

— Sevilla Fútbol Club (@SevillaFC) July 24, 2022

El Sevilla volvió a dar una buena imagen, como ante el Tottenham, con el primer once que dispuso Lopetegui. El guión fue completamente distinto tras el descanso, cuando el guipuzcoano cambió al equipo y, sin tantos canteranos, éste no pudo refrenar el mayor ímpetu del equipo de Ruben Amorim, que adelantó sus líneas y obturó la salida sevillista.

En la primera parte fue otro cantar, en un buen tono que recordó mucho al partido con el Tottenham. Bien coordinado en el hostigamiento del Sporting, tanto en la presión alta como en los robos tras las pérdidas, con buenas vigilancias defensivas de la zaga y José Ángel rápido en los cruces en par de balones largos, el Sevilla mandó con claridad durante la primera parte.

Tanto es así que las ocasiones fueron casi todas suyas. Con cambios de orientación, combinaciones en corto o balones verticales, el Sevilla deshizo al Sporting más de una vez.

Rafa Mir, por ejemplo, tuvo varias ocasiones, en los minutos 19, a pase de José Ángel desde la banda derecha, y 30, cuando llegó forzado a un centro de Tecatito tras un gran cambio de orientación de Óliver Torres, y en 32, momento en que aprovechó una diagonal de Lamela para controlar en el área y soltar un fuerte chut que se fue demasiado cruzado.

Aun así, el Sporting reaccionó al final del primer periodo y sacó dos córneres sin consecuencias, aunque Bono tuvo que intervenir con una buena manopla en una volea alta cruzada.

Amorim mantuvo su once inicial, salvo algún cambio aislado, y la variación radical de la formación sevillista notó en demasía que el rival estaba más metido en el partido.

Así, tras una primera ocasión de En-Nesyri, a pase de Munir, que desbarató a bocajarro Adán, el Sporting se hizo con el mando.

Pedro Porro y Pedro Gonçalves crearon muchos problemas en los flancos, donde los laterales sevillistas echaron en falta las ayudas de los extremos. Hubo claros desajustes ahí y por ahí llegó el gol del empate luso.

Tras varios avisos de Paulinho y Pedro Gonçalves y alguna intervención clave de Dmitrovic, tanto fue el cántaro a la fuente que acabó rompiéndose en otra mala salida sevillista, con un centro del campo ahora incapaz de saltar la línea de presión blanquiverde. Un pérdida de Joan Jordán y un gran balón de Pedro Gonçalves a la espalda de Gudelj propiciaron el golazo de Paulinho, que sorprendió a Dmitrovic con un zurdazo alto inapelable.

Tras la anulación por el VAR de un penalti inexistente, el Sevilla se libró de la derrota. Edwards se dejó caer claramente ante Pablo Pérez. Pero la sensación final fue de alegría por la efectividad sevillista en la tanda de penaltis. Y con la buena nueva de la reaparición de Suso, que jugó 20 minutos.