Atlético de Madrid - Sevilla | La previa

La hora de un nuevo Sevilla

  • Con lo justo y el lastre de un pésimo arranque, el equipo de Mendilibar debe reaccionar frente al Atlético de Simeone para no certificar su peor inicio histórico en la Liga

  • Convocatoria con Fernando y sin Joan Jordán

Sow, Gudelj y Lukebakio, en el entrenamiento de ayer.

Sow, Gudelj y Lukebakio, en el entrenamiento de ayer. / José Ángel García

Otro milagro. Otro más. Es lo que parece que necesitará el Sevilla para no firmar este domingo el peor arranque de la Liga en toda su historia. Sería así si no logra al menos un punto, un reto que incluso se antoja complicadísimo por tener que jugar en un feudo tan huraño como el Metropolitano y ante un rival siempre potente y que ha empezado con buen pie como el Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone. Y a ello se apresta el equipo de José Luis Mendilibar, que ya sabe, al menos, con qué mimbres contará en lo sucesivo, aunque aún no tiene disponibles a los dos últimos fichajes, el mediocampista Soumaré y el delantero Mariano.

Con el comité de dirección concretando los fichajes sexto y séptimo, aunque el club cuenta ocho al incluir entre los refuerzos a Badé, Mendilibar le da vueltas a la sesera para ver cómo recompone su defensa y su medular. Es el momento de ver cómo responden dos de los refuerzos, el mediocampista Sow y el canterano Juanlu, que está llamado a la titularidad en lugar del lesionado Jesús Navas. Porque el técnico vizcaíno ha visto en las últimas horas cómo se le concentran las bajas en las dos líneas de contención. Ayer mismo se cayó de la convocatoria Joan Jordán por un esguince de tobillo, mientras que Marcao y Nianzou siguen fuera de combate y Acuña continúa con su baja por la lesión muscular que sufrió en Vitoria.

La pizarra. La pizarra.

La pizarra. / Infografía / E.F.

La hora de que Sow y Lukebakio se suban al carro

El técnico vizcaíno recupera a Fernando, al menos, después de su proceso vírico, pero el viernes aseguró que no creía que estuviese en plenas condiciones para jugar los 90 minutos, ya que había estado haciendo sobre todo ejercicios de readaptación en la semana previa al partido. Eso sí, completó las dos últimas sesiones con el grupo y eso, ante la necesidad del equipo, impelirá al vizcaíno a alinearlo de titular.

Por ahora, no hay más cera que la que arde hasta tanto no esté disponible Soumaré y es también muy probable que Sow vuelva a repetir como titular por delante de Fernando y de Rakitic. Mientras que en la zaga Badé y Gudelj serán los baluartes entre dos flancos que deben resistir las acometidas y los desdobles de los hombres de Simeone, cuyo sistema de 3-5-2 puede hacer daño precisamente por fuera, por los costados.

Los precedentes históricos de malos arranques

Vistos todos los condicionantes, los nuevos refuerzos deben ir subiéndose al carro, léase Lukebakio, que repite en la convocatoria y está aún por debutar, o el mismo Sow, que ya fue titular ante el Girona, en espera de que Soumaré y Mariano puedan unirse con normalidad al grupo durante el parón liguero. Un receso que se hará demasiado largo si el Sevilla no suma en el Metropolitano, porque se da la circunstancia histórica de que jamás de los jamases ha perdido este equipo los cuatro partidos en sus primeras cuatro jornadas. Hay cinco precedentes de temporadas en las que, al menos, sumó un empate en los cuatro primeros partidos de Primera División. Fue en las Ligas 35-36, 49-50, 58-59, 81-82 y 22-23. Al menos, queda el consuelo de que en esos cinco campeonatos el Sevilla pudo enderezar el rumbo. Pero sería bastante feo estar una semana sin jugar y rumiando la cantinela del peor arranque histórico del Sevilla en la Liga... Un caramelo de amargo trago que será más o menos digerible según cómo se diera el resultado que lo certificara.

Pero para evitar ello, este nuevo Sevilla, espoleado más anímicamente que efectivamente por los nuevos fichajes y el cierre de mercado que tanto se hizo esperar, tiene que transmutarse en el equipo de las heroicidades, en el bloque que metió en un brete al potentísimo Manchester City hasta el punto de discutirle muy en serio la Supercopa de Europa. Debe volver a ser, en definitiva, ese animal competitivo que la varita mágica de Mendilibar obró en apenas dos meses y medio y cuando la plantilla ya no creía en sí misma.

Después de las derrotas ante Valencia, Alavés y Girona, ésta tras una patente mejoría y con circunstancias exógenas tan polémicas como el golazo anulado a Rakitic o el penalti rectificado por la hombrada de Gil Manzano, pocos creerán en que este Sevilla sea capaz no ya de ganar, sino de puntuar en la guarida del ogro colchonero. Pero sólo hay que echar la mirada atrás un poco, a hace unos meses, a aquel golpe de fe y fortuna de Old Trafford o a aquel soberbio partidazo en el Juventus Stadium. No hace tanto de aquello.

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