Ben Yedder da rienda suelta al estilo
Sevilla FC - Levante UD | La pizarra
Tras una primera parte de tibio ritmo, el juego de Ben Yedder en el espacio corto desata el nudo
El Levante, con tres centrales entregados a su suerte tras el 1-0, se abrió en canal ante Promes
Todo partido inmediatamente posterior a un subidón, y previo a una batalla que se anuncia apasionante, contiene en sus entrañas una dosis de veneno. Y así ocurrió en el Ramón Sánchez-Pizjuán con la visita del Levante, un rival, encima, de perfil bajo, por muy digna que sea su Liga, que lo es. Para más inri, la mañana rompió dulce y primaveral, sobraban bufandas y hasta abrigos. Pablo Machín dirigió a los suyos en su área técnica con camisa y fino jersey. Bañado en sol, le faltaba una mesa alta con un vermú y unas aceitunas. Con ese decorado, la mansedumbre parecía inevitable. Y así fue en la primera mitad. La casta y el coraje se tomó un respiro.
Pero todo cambió tras el intermedio. Ben Yedder, que lo pudo cambiar todo ya a los tres minutos con ese tiro que estrelló en Oier, no falló a la segunda ocasión. El francés ve el fútbol con gafas de cerca. Y cómo lo ve. Sobre todo cuando mira a la derecha. Ayer la dejó pasar a Aleix Vidal, le dibujó el desmarque de nuevo, como en la primera parte, pero esta vez la coló por debajo de las piernas del portero. Tener un delantero así lo encauza todo en partidos trabados en casa. Luego el Levante, con un dibujo muy similar al del Sevilla, se entregó con estrépito: los tres centrales, cuando dieron el paso adelante, quedaron entregados a su suerte porque en la medular nadie cerraba ya las acometidas del Sevilla, que sacó su fútbol verticalísimo. La autopista tenía más de dos carriles, pero el diestro, a diferencia de lo que sucede en carretera, era el más rápido gracias a esa fuerza desatada que fue Promes. Subió unas quince veces y se quedó con ganas de más. Tremenda exhibición.
Defensa
Wöber se subió al carro, lo que Machín agradece sobremanera visto el ambientazo que reina en la enfermería sevillista desde que se desperezó la temporada. Y más cuando en su primer choque con su par, Sergi Gómez, reubicado en el perfil derecho, sufrió un violentísimo topetazo con Boateng. El delantero granota, que salió a jugar con una máscara, mostró un excesivo instinto de protección. Vamos, que sacó el brazo con fuerza e impactó con todo en el bravo central catalán, que no se repuso del golpetazo. Mercado entró en el minuto 12.
Al argentino le costó hacerse con el sitio ante la amenaza de Morales, pero con el 1-0 ya no hubo pleito.
Ataque
La circulación del balón fue parsimoniosa en la primera parte. Ya es un clásico que Banega no goce de espacios para pensar y sacar el tiralíneas. Mudo y Roque Mesa no lo apoyaron en los pasillos interiores y por fuera, Promes en la izquierda siempre se giró hacia su pierna derecha y a veces segó el peligro con ello. Por la derecha, Aleix se dedicó a pasarla al espacio y bien que lo hizo. Pero faltaba mordiente.
Todo cambió con esa triangulación que diseñó Ben Yedder. Desde entonces, los pasillos aparecieron por ensalmo.
Virtudes
Prodigioso fútbol vertical tras el 1-0. E insaciable.
Talón de Aquiles
La plaga de lesiones.
Los jugadores del Sevilla, uno a uno
Vaclik El peligro soterrado del partido era perder la tensión, pero el checo no peca.
Sergi Gómez El duro trompazo de Boateng lo sacó del partido muy pronto.
Carriço En su línea sobria y eficaz. Sin riesgo alguno.
Wöber Parecía que llevaba dos años con sus nuevos compañeros. Acopladísimo, con aplomo y calidad en la salida del balón y muy bien colocado.
Aleix Vidal Hizo daño por sus pases al espacio.
Banega Hostigado hasta el 1-0. Luego, mando en plaza.
Promes Muy incisivo en ambas bandas, pero un puñal de verdad en la derecha. En la siniestra, girarse para buscar su pierna buena lo condiciona.
Roque Mesa Su hiperactividad le viene bien al grupo. Cuatro veces tiró a portería.
Franco Vázquez Algo espeso.
Ben Yedder El rey del espacio corto. Desata cualquier nudo.
Andre Silva Lucha con calidad, sin tregua, con los centrales.
Mercado De menos a más.
Sarabia Se sumó a la fiesta.
Amadou Pide más minutos.
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