Dos partidos después de comunicarle a su plantilla la enfermedad que padece, Eduardo Berizzo se someterá este martes a la operación con la que iniciará su ataque al problema médico que se le ha presentado, un cáncer de próstata que va a apartar al entrenador argentino durante un tiempo -aún impredecible pero que se espera que no sea muy largo- de la actividad diaria que requiere su cargo.

Si el propio Berizzo era el que el pasado viernes anunciaba que tomaría una decisión esta semana sobre su tratamiento a seguir, al mediodía de este lunes el Sevilla daba a conocer la noticia de que el técnico cordobés pasará este martes por el quirófano y que su puesto lo ocupará durante su ausencia el que es su segundo entrenador, Ernesto Marcucci. "El entrenador del Sevilla, Eduardo Berizzo, será intervenido este martes por la tarde del adenocarcinoma de próstata del que fue diagnosticado hace unos días. El regreso del técnico argentino al banquillo dependerá tanto de la intervención como de la evolución del post operatorio. El Sevilla confía que ese retorno sea lo antes posible", reza el comunicado publicado por el Sevilla en la web oficial.

A partir de este momento se abre una incógnita pero a la vez una certeza. ¿Cuánto tiempo estará Berizzo apartado de la primera línea de fuego? En principio no se espera que sea mucho, ya que el tumor está localizado y en una fase muy inicial, pero todo dependerá de la opinión de los médicos y de la evolución del post operatorio. También de si el técnico debe o no recibir tratamientos agresivos como quimioterapia y radioterapia o si es suficiente con la intervención quirúrgica.

De cualquier forma, Berizzo está fuerte y lo ha demostrado al no variar un ápice su agenda desde que tuvo conocimiento de su enfermedad. "Tengo la energía para encararlo y resolverlo para estar prontamente listo con mi trabajo", pronunció el entrenador durante su rueda de prensa previa al partido en Villarreal, cita en la que tanto antes como después agradeció públicamente todas las muestras de apoyo recibidas. Del mismo modo que, con gran lógica, ha pedido respeto y privacidad para este proceso que debe pasar y que desea solucionar cuanto antes.

Marcucci ya dirigirá este martes el entrenamiento, dará la rueda de prensa previa al duelo de Copa ante el Cartagena y se sentará en el banquillo este miércoles y lo más seguro que en los dos próximos partidos oficiales del Sevilla, el sábado ante el Deportivo en el Sánchez-Pizjuán y el próximo miércoles en Eslovenia ante el Maribor. La comparecencia en el Bernabéu ante el Real Madrid está ya más lejos en el tiempo (sábado 9 de diciembre) y ahora mismo es difícil aventurar si Berizzo estará recuperado.

Marcucci dirigirá al equipo con su licencia de segundo técnico y el Sevilla no presentará entrenador en estos partidos por causa justificada, pero seguirá estando inscrito Berizzo y por eso no será sancionado (la norma permite varias jornadas sin presentar entrenador).

Marcucci, el abogado apasionado del fútbol

El técnico que se hace cargo de las tareas de primer entrenador durante la ausencia de Eduardo Berizzo tiene una curiosa historia detrás. José Ernesto Marcucci nació en Cruz Azul, en la provincia de Córdoba, el mismo lugar de donde es natural el Toto. Se criaron juntos, crecieron juntos, jugaron juntos e incluso vivieron una temporada juntos cuando Berizzo jugaba en Newell's Old Boys y Marcucci en Renato Cesarini, un club especializado en fútbol de formación. Jugó en las categorías inferiores de River Plate pero no llegó a hacerlo en el primer equipo. Fue por aquella época cuando decidió plantearse otro futuro. Estudió Derecho e inició su carrera profesional ejerciendo la abogacía hasta que el fútbol, y la amistad de Berizzo, se cruzaron de nuevo en su camino.

El hoy técnico sevillista le propuso colaborar con él en la distancia realizando informes de rivales mientras era segundo entrenador de Bielsa en la selección de Chile, una función que realizaba compaginándola con su trabajo... hasta que Berizzo inició su camino como primer entrenador y le propuso que fuera su ayudante y su mano derecha. "Fue una decisión que me costó bastante, porque dejaba una profesión y venía a otro mundo -aunque lo conocía porque toda la vida he estado involucrado con amistades y compañeros en el fútbol-, pero lo empecé a acompañar ya en Estudiantes, desde que tuvo la desafortunada ocurrencia de invitarme", comentó Marcucci en alguna ocasión en Vigo.

Desde entonces, ya no lo ha dejado. Fue su segundo en Estudiantes (Argentina) en O'Higgins (Chile), en el Celta y también en el Sevilla. Berizzo cree en él por su capacidad de análisis y por su visión un tanto apartada del futbolista profesional. "Me pregunto de forma permanente de qué me sirvió mi profesión y me ha ayudado en la constancia, más que nada durante los seis años de estudio. Cuando tengo que estar ocho o nueve horas analizando a un rival, no me afecta a la concentración porque lo hice como estudiante cuando no me quedaba otra. Es lo que más rescato", añadía el técnico, que ya ha dirigido una vez esta temporada al equipo, cuando Berizzo cumplió sanción en la Champions la noche negra de Moscú ante el Spartak.