De Burgos Bengoetxea protagonizó en el final del partido entre el Sevilla y el Granada algo inaudito. Con los jugadores locales ya en el vestuario tras dar el encuentro por concluido, los visitantes protestaron porque había dado 4 minutos de descuento y pitó en el 93, por lo que, tras percatarse de su error, ordenó a los sevillistas volver.

El colegiado vasco explicó este hecho en la redacción del acta, lo que supuso una anécdota prácticamente inédita. “Debido a un error de cronometraje, y aunque había indicado que se iban a jugar 4 minutos de añadido, indiqué el final del encuentro en el minuto 93. Tras ser advertido del error por mi equipo arbitral, solicité al equipo local que regresara al terreno de juego para así jugar el minuto que faltaba por disputarse. Tras jugarse ese minuto no disputado previamente indiqué el final del partido sin ninguna otra incidencia”, explica De Burgos Bengoetxea, que tampoco fue advertido por ninguno de sus asistentes, ni sus auxiliares, nie el cuarto árbitro ni en el VAR.

Algunos jugadores, como Marcos Acuña, tuvieron que volver a vestirse porque estaban a punto de entrar en la ducha. El argentino tuvo que ponerse las medias y las botas sobre el mismo césped para disputar el minuto que faltaba por jugarse. Afortunadamente para el Sevilla, el partido no tuvo más incidencia y acabó con 2-1 para los locales. La polémica se habría desatado si el Granada hubiese logrado el empate en ese minuto extra por confusión del árbitro.