Es una paradoja. Ahora que no puede asistir público a los estadios y está en estudio la vuelta gradual de los aficionados a los partidos, el Sevilla celebra su decimotercer aniversario del mayor desplazamiento de hinchas de la historia en España. El 23 de junio de 2007, con motivo de la final de la Copa del Rey que el equipo de Juande Ramos disputó ante el Getafe, se congregaron en Madrid 85.000 sevillistas, según las autoridades.

La afición nervionense se volcó de una manera descomunal. Tras las finales de Eindhoven y de Mónaco en la Supercopa de España de 2006, la de la Copa del Rey era la primera final accesible para todos los sevillistas de varias generaciones que no habían visto a su equipo ganar un título. Se fletaron trenes AVE especiales con doble capacidad, el desplazamiento en coches particulares fue masivo y en autobuses se superaron todas las previsiones.

En un Santiago Bernabéu repleto, más de la mitad de esos desplazados lo vivieron fuera del estadio, destacando las autoridades madrileñas el ejemplar comportamiento de la afición y la ausencia absoluta de incidentes.

Aficionados en la Plaza Mayor de Madrid.

Ya en el campo, un gol de Kanouté decidió dándole el triunfo y el título al Sevilla, recogido de manos del Rey por su capitán, Javi Navarro, que jugaría su último partido con la camiseta del Sevilla. Palop; Daniel Alves, Javi Navarro, Escudé, Dragutinovic; Jesús Navas, Poulsen, Renato, Puerta; Kanoute y Luis Fabiano.