Dabbur sigue siendo una incógnita

Sevilla FC

El israelí demostró poco más que voluntad ante posiblemente el rival más débil que visite Nervión.

Marcaje al hombre: el valor se le supone.

Munas Dabbur, durante su primera actuación como titular en el Sevilla el pasado jueves.
Munas Dabbur, durante su primera actuación como titular en el Sevilla el pasado jueves. / Antonio Pizarro
J. A.

25 de octubre 2019 - 19:48

Mal haría la afición si se tomara esto como un pulso con el entrenador. Julen Lopetegui le dio por fin, no sólo la titularidad, sino un partido completo, a Munas Dabbur y el israelí, pasada ya la visita del Dudelange, sigue siendo una incógnita. El delantero que hizo goles como churros la temporada pasada en las filas del Red Bull Salzburgo demostró poco más que voluntad en ésa su primera oportunidad que tanto reclamaba la afición nervionense.

No desentonó ni hizo un mal encuentro, incluso dejó detalles en algún movimiento, pero también dudas sobre si eleva el nivel con respecto a otros delanteros que tiene en nómina el Sevilla. Se desmarcó, fue a recibir el balón y a tocar en corto, se asoció bien con otros compañeros de ataque y dispuso de ocasiones de gol, pero no dio argumentos a los que defendían con uñas y dientes un puesto para él en el once titular para poder exigir que Lopetegui repita con Dabbur en un partido de Liga.

El de Nazaret disparó dos veces. En la primera mandó el balón alto con todo a favor, aunque es cierto que el centro le venía fuerte y acertó a rematar a bote pronto. En la segunda, en un disparo que no fue limpio en el área, se encontró con el meta Jaubert y el desvío también de un defensa previamente.

Después ya no dispararía más a puerta. Perdió unas décimas de segundo preciosas para haberlo hecho antes del descanso y un defensa le arrebató la ocasión, mientras en la segunda mitad no fue capaz de armar la pierna en un balón que le cayó a la espalda de la defensa. Forcejeó con Jaubert, un portero de 40 años, y éste le cerró la posibilidad de disparo. Escorado hacia la izquierda, no fue capaz de sortearlo con un intento de remate con la zurda.

¿Qué va a pasar a partir de ahora? Lo más normal es que a Dabbur le toque esperar otra oportunidad. ¿Que es injusto valorar a un delantero por una actuación? Puede que sí, pero el Sevilla no está para esperar a nadie. Dabbur no puede decirse que pidiera paso en un partido ante un rival con sólo dos jugadores profesionales (no se sabe si entre ellos están algunos de los defensas) y lo lógico es que deba esperar que llegue la primera eliminatoria de la Copa del Rey en su nuevo formato o el partido de vuelta en Luxemburgo. Pasado el mes de enero, si Dabbur no ha mejorado sus prestaciones en los entrenamientos (donde lo evalúa a diario Lopetegui) deberá plantearse si no es mejor una salida, la que quién sabe si se la ofreció el club al final del mercado y decidiera declinarla… con todas sus consecuencias. Disfrutar de pocas oportunidades entre ellas.

Y en medio de todo esto, poco ayudan las declaraciones de hace una semana de su mentor, Joaquín Caparrós, y quien ordenó que el club invirtiera 15 millones de euros. “El chico tiene gol y al final al entrenador no le va a quedar más remedio que ponerlo”.

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