Sevilla FC

Honores para el mago y para el guardián

Franco Vázquez, emocionado entre Castro y Monchi.

Franco Vázquez, emocionado entre Castro y Monchi. / Sevilla FC

Con el cariño y el sello diferenciador del buen gusto y la medida exacta que pone siempre en estas cosas, el Sevilla despidió ayer a dos de sus guerreros, Franco Vázquez y Tomas Vaclík, un genio y un valladar en la portería, que dijeron adiós entre lágrimas y después de cinco y tres temporadas, respectivamente.

Ninguno de los dos pudieron evitar emocionarse, pero no en uno o dos momentos, sino durante todo el acto, en el que apenas pudieron pronunciar palabra y en el que la gratitud y el convencimiento de la grandeza de este club fueron los mensajes predominantes. Atrás quedaron 198 partidos oficiales en el caso del argentino y 84 en el del portero.

“Juntos pasamos momentos felices, otros no tanto pero siempre con la tranquilidad de haber dejado todo en el campo de juego. Por supuesto que a mi manera, a mi modo de entender este juego. Gracias por los aplausos, por el apoyo y también por las críticas, ello me ayudó a ser mejor jugador y tener los pies en la tierra. Me voy con la conciencia tranquila de haber sido una persona humilde y trabajadora, lo que me inculcaron mis padres. Me hubiera gustado irme en otro tiempo, sintiendo el calor de la afición, pero volveré como un aficionado más”, fueron las primeras palabras que pudo pronunciar a duras penas el Mudo embargado por las lágrimas.

“Son muchas sensaciones encontradas, pero contento por haber estado tantos años acá, por haber entrado en la historia de este equipo, estar en cuartos de Champions, haber ganado una UEFA. Ahora, a ser un hincha más y que el club siga consiguiendo cosas importantes”, continuó el jugador argentino. “Es un club muy familiar, que se te pega mucho. La gente te lo hace sentir así desde que llegas. Me tocó terminar mi contrato, llegó un momento en que se me hizo difícil, pero he trabajado sabiendo que iba a llegar a la finalización de una etapa”, puntualizó.

Franco Vázquez no pudo pasar por alto la importancia de la afición del Sevilla en esta relación especial con el club. “Me comentaron cuando llegué que era como jugar en Argentina. Es una lástima que no haya gente para sentirlo por última vez, es una espina que uno se lleva. Fueron muchas noches que he disfrutado y he sido feliz jugando y siempre lo llevaré en mi corazón”.

También ésta bautizó o más bien instauró una filosofía o una religión con su calidad por bandera. “Será por mi forma de jugar, siempre he tratado de jugar de la misma manera desde que tengo uso de razón. Uno trata de disfrutar y si la gente disfruta estoy agradecido. Le han puesto ese apodo y me alegro mucho y estoy muy agradecido”, acabó el centrocampista cordobés, que llegó en 2016 procedente de un Palermo en el que hizo historia junto a Paulo Dybala como pareja de delanteros.

Por su parte, Vaclík, que antecedió al argentino en su despedida, recordó sobre todo el día en que, tras pasar la noche en el hospital por un accidente doméstico de su hija pequeña, el Sevilla venció al Real Madrid con una gran actuación suya. No obstante, el adiós del portero contó con varios momentos muy emotivos.

“Vuelvo para despedirme tres años después de que me presentaran en este mismo lugar. El tiempo ha pasado muy rápido. He vivido una experiencia muy bonita como la clasificación para la Champions o la conquista de la Europa League. Gracias a la afición sevillista que desde el principio me ha hecho sentir como un hijo. A los jugadores ha sido inolvidable trabajar con vosotros, jugar con vosotros. Gracias a los dos cuerpos técnicos que he tenido”, dijo muy emocionado antes de que le recordaran el último servicio al Sevilla, ese mano a mano resuelto ante Joselu frente al Alavés y que permitió al Sevilla batir el récord histórico de puntos: “Estoy feliz porque he hecho mi última parada, después llegó el gol del Papu y fue un día histórico. Tuve la oportunidad de ayudar al equipo para conseguir ese récord”.

También explicó cómo aceptó la pérdida de la titularidad, al tiempo que aseguró que está centrado en la próxima Eurocopa, tras la que decidirá su futuro. “Puedo decir de corazón que con Bono tengo una de las mejores relaciones que he tenido en mi carrera como mi colega. Él ha hecho un temporadón y merece todo lo que ha conseguido. Gracias a él yo he tenido la oportunidad de ganar esa copita grande que es la Europa League”.

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