El partido del Sevilla | Análisis

Una incomodidad ya planteada por el Eibar

  • El Celta restó amplitud a la salida de balón de los de Lopetegui con las mismas armas del equipo armero, con la presión de dos puntas

  • El Sevilla halló soluciones respirando en segunda línea

Informe táctico

Informe táctico / Departamento Infografía

El Sevilla salió airoso de una situación complicada planteada por el rival y que ya ha conocido recientemente en el Sánchez-Pizjuán. Eduardo Coudet, en su primera semana en Vigo, debió echar mano de lo fácil y se empapó del último petardazo del equipo de Lopetegui en su estadio, el 0-1 ante el Eibar, y trató de copiar el formato de Mendilibar para adaptarlo a su modelo e incomodar de esa forma al juego de los nervionenses.

Porque el once de Lopetegui ya había demostrado ante el Eibar que un equipo que le apriete con dos puntas acaba restándole profundidad en ataque. Se plantó entonces el Celta con Santi Mina y Iago Aspas y se dieron, en muchas fases del partido, situaciones de juego parecidas a las de aquella noche. De esa forma restaba claridad a la salida de balón de Koundé y Diego Carlos, aunque en aquel partido Lopetegui llegó a solucionarlo con los tres centrales, lo que le daba mayor amplitud en la zona de iniciación.

Después, es verdad que hubo otras cosas en las que el Sevilla fue mejor y superó al Celta, aunque al final resultó un partido muy táctico, cuando, con la salida fulgurante en ataque, parecía que iba a ser otra cosa.

Defensa

Con En-Nesyri la primera línea de presión no funciona igual en casa que fuera, sin espacios que con ellos y el Celta acertó en muchas ocasiones al atraer a los futbolistas del Sevilla y encontrar los espacios. En ese sentido, la vía de agua estaba en la izquierda, por donde entró con demasiada facilidad Hugo Mallo. Los cinco metros que Acuña le dio en el centro del primer gol son imperdonables en una campeonato como el español (puede que en Portugal se lo permitan) y por ahí, o a lo mejor fue por problemas físicos, pudo llegar la razón de su cambio.

Igualmente, otro desequilibrio generado por su sustituto, Escudero, dio origen al segundo tanto de los celestes, arrastrando a Diego Carlos en una salida que el equipo no tapó bien al realizar la presión adelantada. El Celta, superados Óliver Torres y Rakitic como segunda línea de presión, hizo bascular a la defensa blanco y encontró el espacio.

Ataque

La banda derecha tuvo un arranque prometedor y fue generadora del segundo tanto, obra de En-Nesyri a centro de Jesús Navas (como invitación de cumpleaños), pero todo el engranaje ofensivo tuvo el déficit de la dificultosa salida de balón ante la pareja de delanteros que alineó Coudet arriba.

Lopetegui buscó alternativa, aunque tardó en hallarlas, apareciendo al final por dentro, sobre todo cuando De Jong logró empujar un poco más a la defensa rival en su área y los hombres de segunda línea tuvieron más libertad de movimientos con algunos metros más de acción. Así llegaron la falta con la que probó fortuna Jordán y el gol de Escudero desde fuera del área.

Virtudes

Una plantilla con recursos siempre encuentra soluciones y, una vez más, hubo paciencia.

Talón de Aquiles

La defensa se atasca en la salida cuando le incomodan dos puntas y es el segundo rival que lo hace.

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