Isco y Joan Jordán, alfa y omega de la reconstrucción del Sevilla
Sevilla FC
El malagueño es claramente el nuevo líder del equipo de Lopetegui, con asistencias y pidiendo la pelota cuando ésta quema, y el catalán encarna la impotencia y la falta de confianza en la medular
Así jugaron los futbolistas del Sevilla ante el Villarreal
Dentro de la reconstrucción que va llevando a cabo Julen Lopetegui en el Sevilla y en la lenta mejoría que está logrando apaciguar de alguna manera las prisas y los nervios de la cúpula directiva con la posibilidad planteada de la destitución del guipuzcoano, dos nombres propios salen a relucir en las tertulias entre los aficionados nervionenses, Isco Alarcón y Joan Jordán.
Uno lo es en el aspecto positivo, ya que el malagueño está confirmando las previsiones más optimistas sobre su fichaje. Pese a no estar aún del todo en su mejor momento físico, el ex madridista se ha erigido en el nuevo líder del proyecto. Es el único fichaje que goza con la confianza del técnico en la alineación titular (así ha sido en los tres últimos partidos lejos del Sánchez-Pizjuán, en los que el Sevilla ha enlazado tres citas sin perder) y el pegamento que permite al grupo tener la confianza necesaria cuando la pelota quema y el rival aprieta. Si ha sido clave en la construcción del juego y, por ejemplo, en la jugada que permitió al equipo adelantarse ante el Villarreal con la genial asistencia a Óliver Torres, también lo es cuando el equipo físicamente se viene abajo en las segundas partes, el principal problema detectado en este inicio de temporada. Isco no se esconde ni en el minuto 90 y pide el balón cuando nadie lo quiere, siendo capaz de aguantarlo en el centro del campo y alargar las posesiones en un equipo que está teniendo muchos problemas con las pérdidas, principal fuente generadora de problemas para un sistema defensivo muy joven y en plena construcción.
Isco se ha convertido en el nuevo Banega, por el que pasa todo el fútbol de un Sevilla con mucho gusto por el balón. El de Benalmádena se siente bien en el esquema de Lopetegui y éste aspira a encontrar con él el juego que maravilló en la selección española en la fase de clasificación para el Mundial de Rusia 2018, con el cénit en el 3-0 a Italia en el duelo que certificó el billete.
El ex madridista, además, está sorprendiendo en una faceta que no era la esperada, ya que está mostrándose fuerte físicamente y se entrega en defensa. Algunos medios, como Mundo Deportivo destacaban este domingo que hacía cuatro años que Isco no terminaba dos partidos completos, en septiembre de 2018, también con Lopetegui, y con España (ante Inglaterra y Croacia). La última vez que Isco jugó un partido sin ser sustituido fue en enero de 2021 con el Real Madrid en un duelo de Copa ante el Alcoyano.
Para encontrar a Isco enlazando dos partidos completos en la Liga, como ahora ha hecho frente a Espanyol y Villarreal, hay que remontarse cinco años atrás, también con el Madrid, cuando en noviembre de 2017 trenzó encuentros de 90 minutos sin interrupción ante Girona, Las Palmas y Atlético.
Joan Jordán reconoce su mal momento
En el otro punto está un jugador como Joan Jordán, cuyo rendimiento preocupa a Lopetegui y al sevillismo en general. El catalán, otrora un futbolista apreciado en el panorama nacional, ha entrado en un bache que dura desde la segunda vuelta de la pasada campaña. Hay quien lo sitúa el inicio de este bajón en el célebre derbi del palo, cuando el centrocampista del Sevilla recibió un golpe en la cabeza de un objeto tirado desde la grada del Villamarín. Lo que pasó después ya se sabe, con la suspensión del partido, el aplazamiento y el cruce de acusaciones entre Betis y Sevilla.
Jordán está en un momento muy bajo de juego, con gran desconfianza, y el propio jugador lo reconocía este mismo domingo. “No estamos en nuestro mejor momento, hacemos cosas bien, pero nos cuesta alargar los tramos. A partir del trabajo, tenemos que dar un paso adelante. Yo el primero. Asumo muchas cosas y sé que es responsabilidad nuestra", decía el futbolista tras el empate en el Ciutat de Valencia.
Un empate cuyo gol en contra fue, en parte, responsabilidad suya al inicio de la segunda parte, al margen de que en la primera protagonizó pérdidas en balones fáciles que pudieron costar un gol, como una previa al balonazo de Parejo al larguero.
En el tanto de Álex Baena, Joan Jordán permitió el avance fácil de Coquelin, tardó en reaccionar y también tuvo responsabilidad Tanguy Nianzou, incapaz de frenar al rival y que metiera un balón claro de gol a su compañero. Jordán y Nianzou no se escalonaron bien en la figura del doble pivote, sino que estaban en paralelo y eso impidió al francés hacer la cobertura y llegar a cerrar el paso a su compatriota. “En el gol estábamos mal ubicados”, reconoció Jordán.
El de Manresa tiene que recuperar la confianza porque el equipo lo necesita. El centro del campo es la zona que urge recomponer con futbolistas que físicamente han notado un bajón por la edad o por las lesiones. Rakitic, con 34 años, está a un nivel muy bajo y Fernando, con 35, no es el mismo que antes su operación de tobillo. De ahí que Lopetegui, para compensar una medular con jugadores técnicos como Isco y Óliver Torres, intentara reforzarla con la entrada de Nianzou por delante de la defensa, aunque tras el gol del Villarreal rectificara. El joven ex jugador del Bayern Múnich puede ser provechoso en esa zona por su físico y frescura de piernas, pero necesita tiempo.
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