Todo está parado. Los clubes necesitan deshacerse de activos financieros en forma de traspasos de jugadores y nadie se atreve, o mejor no puede, dar el primer paso en el mercado y acometer un gran fichaje. Que Diego Carlos, un mes después de concluida la Liga, esté entre los seis grandes traspasos que se han dado entre las grandes ligas europeas ya es un llamativo dato del marasmo que vive el mercadeo del fútbol, un reflejo de la crisis económica que sigue solapada una vez vez dejada atrás la pandemia del Covid-19. La subida del listón en los criterios para el fair play financiero de la UEFA y LaLiga hacen el resto. Nada se mueve.

En este contexto, desde Barcelona el ruido sobre el fortísimo interés del equipo de Xavi en Koundé, el sexto central más caro de Europa según el informe anual del CIES Football Observatory, no deja de extrañar, tanto a los dirigentes del Sevilla como a agentes, intermediarios y otros hombres de fútbol. La Asamblea de socios compromisarios del Barcelona aprobó la semana pasada el plan de liquidez presentado por Joan Laporta, para hacer frente a los fondos negativos del club, que llegan a los 500 millones de euros e impiden cumplir con el fair play financiero. Lo que desde Barcelona han llamado las palancas financieras de Laporta, aprobadas por la asamblea extraordinaria, acabaría con el límite salarial negativo de 144,35 millones actual.

El problema del plan es que depende de terceros, porque se trata de ceder la explotación del 25% de los derechos de televisión por 25 años –una fórmula similar a la que rechazó Laporta del CVC de LaLiga–, en busca de unos 500 millones, y la cesión del 50% de la explotación de las tiendas oficiales, para lograr de 200 a 300 millones más. Con ello busca liquidez para los fichajes de Lewandowski, Bernardo Silva... y Koundé.

Al depender de terceros, esas denominadas palancas tardarán en dejar efectivo en las depauperadas arcas azulgranas. Y ahí es donde entra en colisión con el plan inicial del Sevilla el onjetivo de Xavi de hacerse con uno de sus dos "imprescindibles", Lewandowski y Koundé, según desveló AS tras una conversación del propio técnico azulgrana con Laporta. Porque el Sevilla no puede estar esperando a que en julio o más adelante el Barcelona empiece a ver el dinero de ese plan financiero.

En circunstancias normales, al Sevilla le vendría incluso bien que irrumpiera con fuerza el Barcelona para una puja por Koundé. Pero desde la Ciudad Condal las informaciones filtradas por el club no cejan en hablar de que la intención de Laporta es abaratar el coste del traspaso de Koundé con descartes de Xavi. Y ahí es donde tampoco cuadra con la estrategia que había dibujado Monchi para acometer la profunda remodelación de la plantilla que ya consensuara en el famoso almuerzo con Julen Lopetegui. De momento, las ofertas no llegan. Todo está parado.