Roberto Alés García, presidente del Sevilla Fútbol Club desde febrero de 2000 a mayo de 2002, ha fallecido hoy a los 83 años de edad. El sevillismo llora la pérdida de una figura clave en la transición del club de Nervión desde una de las épocas más delicadas, en el plano deportivo y económico, hasta su ascenso al estatus que hoy disfruta la entidad, en la primera línea del fútbol nacional e internacional.

Alés, conocido empresario sevillano, dio el paso para presidir al Sevilla y relevar a Rafael Carrión en el cargo cuando el club arrastraba una grave crisis económica, en números rojos y abocado a un descenso a Segunda División que se consumaría meses después de la asunción del cargo. Y ahí fue clave su golpe de timón para evitar el hundimiento definitivo del club: con una política de austeridad extrema, entregó la secretaria técnica a Monchi, confió en el profundo conocimiento de las bases deportivas del club de Joaquín Caparrós para que el utrerano dirigiera a un equipo que tuvo que vender a sus mejores activos y la simbiosis entre los tres fue tal que el Sevilla ascendió como campeón de Segunda al año siguiente.

En las temporada 2001/02, Alés mantuvo la política de gasto contenido, fue rebajando esos números rojos y al mismo tiempo, el equipo se asentó en Primera hasta el punto de rozar la clasificación europea: terminó octavo. Cuando vio que la estabilidad era un hecho, dio el paso al lado para que José María del Nido llegara con su mensaje de ambición bajo el brazo. Su legado es clave para entender al Sevilla actual, el de los títulos y el prestigio europeo.