En el fútbol, crisis es sinónimo de cambio. Por fechas, no debe tardar mucho el comienzo de intercambio de fichas en la plantilla, pero la del banquillo no podía esperar. El Sevilla, tras destituir a Diego Alonso, ya tiene elegido a su nuevo técnico. A falta de estampar su firma y entrenar en la tarde del lunes a su nuevo equipo, Quique Sánchez Flores llegará a Nervión con el objetivo de poner cordura a una situación deportiva que navega sin rumbo.

Precisamente el madrileño, que guarda muchos lazos con la ciudad de Sevilla, se reencontrará con Ramón Planes, con quien coincidió en su pasada etapa en el Getafe. El director deportivo fue el encargado de destituir a Quique Sánchez Flores, aunque, más allá de eso, el trabajo diario no fue sencillo por ninguna parte.

Sin sintonía

Quique Sánchez Flores, tan sólo unas semanas después de asumir su despido del Getafe, concedió una entrevista a Diario AS, donde se sinceró y comentó su relación con Ramon Planes. Cabe reseñar que, públicamente, el director deportivo le señaló directamente, asegurando que el club azulón tenía equipo para estar más arriba.

Toda esa tensión acabó con las declaraciones del técnico madrileño en el citado medio: "¿Mi relación con Planes? Bueno, digamos que no ha habido una excelente comunicación. Lamentablemente. Lo ideal sería lo contrario: tener buena sintonía". Estas palabras precedieron a otras indirectas como que "Se firmaron sólo a dos jugadores de mi lista pero a 10 de la lista del director".

Una relación que se fue deteriorando con el tiempo y acabó con su destitución. Curiosamente, si nada se tuerce a última hora, la capital andaluza volverá a juntar a ambas figuras del mundo del fútbol. Ramón Planes y Quique Sánchez Flores serán rivales, cada uno en un lado de la tan dual ciudad de Sevilla. Una oportunidad para que, sobre el césped, los dos se ganen la razón. Serán observados con lupa.

De padre 'bético' y de carnet 'sevillista'

La relación de Quique Sánchez Flores y la ciudad de Sevilla es profunda. Dejando a un lado los obvios lazos familiares que le unen con la tierra andaluza, cabe reseñar que su padre, Isidro Sánchez García-Figueras, defendió la camiseta del Real Betis durante cinco temporadas, justo antes de hacer las maletas para marcharse al Real Madrid.

Años más tarde, el técnico madrileño estudió en el famoso Colegio Portaceli, ubicado a tan sólo 800 metros del Ramón Sánchez-Pizjuán. Durante esos años, Quique Sánchez Flores acudía con asiduidad al estadio sevillista, donde tenía un carnet de socio ubicado en la grada alta de Fondo.

De hecho, en 2011, el técnico ya dejó caer su deseo infinito de dirigir, antes de retirarse, al Sevilla. Lo cumplirá, por fin, pero en un momento que le obligará dar más del máximo para revertir una situación de crisis total. Tendrá que ganarse al Consejo -hecho-, a la plantilla y a la afición. Nada sencillo, aunque por falta de ganas no será.