Copa del Rey

Racing de Ferrol-Sevilla: La moneda alguna vez tenía que salir cara (1-2)

  • Un gol de Juanlu en la recta final cuando el Racing de Ferrol jugaba con diez mete la bola del Sevilla en los octavos de final de la Copa del Rey

  • Marcao adelantó a los de Quique en un emotivo tanto por la pérdida de su padre, pero los gallegos empataron e hicieron aparecer la inquietud

  • Marcao: "Mi familia y mis compañeros me han dado mucha fuerza" 

Los jugadores del Sevilla se abrazan tras marcar.

Los jugadores del Sevilla se abrazan tras marcar. / Kiko Delgado / Efe

Como bálsamo de Fierabrás, el gol de Juanlu en A Malata cuando el sevillismo se temía otra vez lo peor mete la bola del conjunto nervionense en los octavos de final de la Copa del Rey y, de paso, concede un enorme suspiro a sus dirigentes, a Quique Sánchez Flores y también a la plantilla de profesionales que trata de sacar al club de la colosal crisis en la que se encuentra.

Suerte que el Racing de Ferrol no fue el lobo que pintaron. Salió el equipo de Cristóbal Parralo con más reservas de lo que se esperaba y ello lo agradeció un Sevilla que logró lo más difícil, ponerse por delante y que estuvo a punto de complicarse absurdamente la eliminatoria. Pero se encontró con que el rival se quedó con diez tras empatar en otro despiste de la defensa en las marcas y, sobre todo, con un remate salvador de Juanlu cuando el sevillismo empezaba a pensar que se avecinaba un nuevo momento para el sonrojo teniendo que forzar la prórroga ante un equipo de Segunda División en inferioridad numérica.

También hay que decir que los de rojo estrellaron dos balones en la madera y que habían reunido ocasiones para haber sentenciado antes, aunque finalmente lo que cuenta es la victoria y que hoy estará en el sorteo en una competición que ya empieza a tomar color y quién sabe si tiene una alegría guardada en otro años de vacas flacas.

Y otra cosa: que hay lo que hay. El entrenador apenas hizo cambios porque en el banquillo más que jugadores había telarañas por unas cuestiones o por otras.

Quique sacó de donde pudo un once de supervivientes en el que Marcao, que poco después iba a encontrar un emotivo premio del destino, era la gran novedad como eje de la defensa de tres con Sergio Ramos y Kike Salas en sus flancos. Y desde ahí quiso construir el técnico madrileño un bloque cuyo primer mandamiento era tener la mente lo más limpia posible y olvidar el último fracaso ante el Athletic y todo el runrún que acompaña al equipo.

Oliver Torres avanza con el balón. Oliver Torres avanza con el balón.

Oliver Torres avanza con el balón. / Kiko Delgado / Efe

Es verdad que no se encontró el Sevilla a un Racing de Ferrol muy presionante y esa tibia intensidad de los gallegos dio la pausa necesaria en cada pase para mantener la calma, soltar los nervios y tratar de jugar.

El Sevilla fue dando pasos hacia delante en la primera mitad cuando fue viendo que el rival no iba de verdad sino que prefería especular sin balón y llegar atropelladamente con la pelota en su poder. Rafa Mir tuvo dos intentos no muy claros, pero que marcaron territorio en el área ferrolana. A los quince minutos un tiro en posición escorada al lateral de la red y poco después un remate flojo tras controlar un pase saltando líneas de Marcao.

Emotividad en el gol de Marcao

Los nervionenses empezaban a acumular saques de esquina y en uno de ellos la suerte sonrió a Marcao, al que le cayó un balón cabeceado por Kike Salas y para el que estuvo rápido al alargar la pierna y batir a Gazzaniga, el portero del Ferrol. El brasileño se emocionaba en la celebración, pues coincidía que acaba de perder a su padre y había decidido pese a ello a acompañar al equipo en este duelo de Copa. El tanto le dio un poso de tranquilidad al equipo sevillisya, que respiró profundamente. No era para menos.

Ocampos, incomprensiblemente, perdonó el 0-2 en un robo de balón de Pedrosa, que aprovechó una indecisión en la salida de los gallegos. El catalán cedió el balón a su compañero y lo dejó solo ante el meta rival, pero estrelló el balón en el travesaño en un remate quizá con excesiva violencia para lo que requería la situación.

Pero tal y como está el Sevilla actual, irse 0-1 al descanso es un triunfo y se trataba de defender eso cuando lo que se esperaba era un paso adelante del Ferrol. Y éste lo dio. Sabin Merino ya puso en aprietos a Dmitrovic tras un centro de Delmás a los cuatro minutos desviando el serbio el balón a córner. Y ahí empataría el equipo coruñés. Los últimos goles que ha encajado el Sevilla han sido remates de rivales sin marca en el área. Así fueron los dos del Athletic el jueves y así empató el Ferrol. Fran Manzanara iniciaba la jugada sin nadie pegado a él y, buscando el segundo palo, se anticipó al de zona que fue a cubrir esa trayectoria, Marcao, para darle una parábola al balón que superaba la estirada de Dmitrovic.

El Sevilla tenía que volver a empezar entrando el partido en un intercambio de golpes peligroso. Rafa Mir no acertó a rematar en una buena ocasión y el Ferrol la tuvo de dulce en una escandalosa pérdida de Sergio Ramos que propició un mano a mano de Giménez con el portero. Hasta que llegó la acción clave del partido, la segunda amarilla de Manzanara al saltar con el codo sobre Juanlu. Quedaba apenas un cuarto de hora, pero esa superioridad obligaba mucho más al equipo de Primera. Rozó la solución Kike Salas –quién si no– con un cabezazo al larguero y Sow también probó suerte con un disparo con el que debe prodigarse más... hasta que, tras un centro de Suso, Juanlu se encontró un balón botando con toda la portería para él. No falló. Alguna vez la moneda debía salir cara y el sevillismo, al fin, se da una pequeña alegría con la bola de su equipo en el sorteo de octavos.

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