Sevilla - Atlético de Madrid

El fútbol actual o la negación de la cordura

Rafa Mir, el único delantero que ha entrenado toda la semana junto a Lopetegui.

Rafa Mir, el único delantero que ha entrenado toda la semana junto a Lopetegui. / Juan Carlos Vázquez

Parece mentira que dos entrenadores a los que sus clubes le deben si no todo (más el Atlético a Simeone), sí gran parte de lo que son en la actualidad estén cuestionados de la forma que el argentino y Lopetegui se miden hoy en Nervión. Sin duda el saludo cómplice entre ambos antes de la batalla tendrá ese puntito de resignación de asumir los códigos de este fútbol cada vez más ilógico e histriónico.

Se ha vuelto loco el sevillismo y ha arrastrado en esa carrera de insatisfacción e ingratitud a unos gestores acongojados a los que ni les vale un triunfo en Cornellá y un empate en casa del potente Villarreal de Emery, que entre otras cosas en los últimos meses se ha encargado de meterse en unas semifinales de la Champions y en ganar 0-2 en su casa al Atlético, uno de los superpresupuestos de la Liga. El Sevilla ahora mismo, tras dejar un apañado velero de regatas en puerto a causa de las deudas, es una barquita en la inmensidad del oceano con el agravante de que todos esperan la oportunidad de tirar al capitán por la borda.

La previa La previa

La previa / Departamento Infografía

Lo mejor de todo es que los entrenadores saben convivir con estas situaciones sin perder los nervios, a veces de forma admirable con la presión que tienen que soportar. Lopetegui tiene tres citas para tratar de demostrar que todos están equivocados. Lo gracioso es que los mismos que preparan su ataúd saben que el vasco puede perfectamente sacar un equipo competitivo de la caja de retales que le han dado y que sólo hay que tener un poquito de calma. Pero eso es mucho pedir en el mundo del fútbol, y una utopía además cuando la grada ya se ha vuelto al palco en un par de veces.

Pese a que con José Ángel y Kike Salas el Sevilla ha dado muestras de una mejoría evidente aunque lenta en las últimas tres salidas, deben refrendarlo los jugadores que están con su entrenador en las tres citas que tienen ante el tribunal del Sánchez-Pizjuán. Atlético, Borussia Dortmund y Athletic pueden marcar el futuro del vasco y el incógnito camino que puede tomar si se adopta la decisión que ahora mismo tiene dividido no sólo al sevillismo, sino también a la cúpula dirigente, con un presidente que no para de repetir que “la plantilla está capacitada para salir adelante” (ni un guiño al entrenador) y un director deportivo entre dos aguas que ya empieza a cansarse y cuyos mensajes empiezan a sonar a encriptados.

El parón ha venido a apaciguar los ánimos de todos. O no. Tiene pinta de que sólo ha servido para aplazar el juicio continuo, a no ser que el equipo empiece a tomar hoy esa velocidad de crucero a la que el entrenador se refiere muy recurrentemente.

El Atlético tradicionalmente ha sufrido en los últimos años en Nervión. Sólo ese 2-5 con Montella (que llegó a ser un durísimo 0-5 a diez minutos del final) suena a chino en las últimas estadísticas entre ambos equipos en la esquina de Eduardo Dato.

La siempre temida tropa de Simeone llega esta vez necesitada, fuera de los puestos europeos también como el Sevilla y con el rejón del último derbi madrileño aún clavado en los costados. Por ello, la cita en la tarde nervionense tiene tintes de urgencia. Muchos nervios, más de la cuenta a estas alturas, y la necesidad de gestionar de la mejor manera posible un calendario que promete ser infernal en el mes y medio que falta para el Mundial de Catar.

Todo, con dos entrenadores de los más codiciados de Europa puestos en entredicho. Es el futbol de los tiempos que corren. La negación de la cordura.

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