Sevilla FC

La huella humana de Éver Banega

  • Además de Castro y Monchi, ex compañeros y capitanes de diversas épocas destacaron el carisma del argentino más allá de su excelsa calidad como futbolista "irrepetible e inolvidable"

Los mensajes de despedida para Éver Banega.

Llegó en agosto de 2014. Venía del club de su infancia, tras aquella infructuosa cesión en el Newell’s Old Boys por el Valencia. Y no podía imaginar lo que viviría en Sevilla cuando fue presentado entre cierto recelo por sus estrafalarios episodios extradeportivos. Su mujer se volvió con gesto torcido ante alguna que otra pregunta espinosa de la prensa. Ay, los sambenitos. Pero seis años después se fue entre lágrimas, aplausos, ante tres copas de la Europa League y con un reconocimiento unánime no ya a la calidad futbolística en la que confió Monchi para reflotarlo, sino a su calidad humana.

La huella que deja Éver Banega (Rosario, 28-06-1988) va mucho más allá de su excelsa clase futbolística, que destiló durante cinco fructíferas temporadas en el Sevilla. Y no con cuenta gotas. Cuando en enero de este año su nuevo club, Al-Shabab, desveló antes de tiempo su nuevo contrato, Banega prometió una despedida a lo grande. Y vaya si lo fue.

La forma en la que dijo adiós al Sevilla, entre constantes elogios, en el Ramón Sánchez-Pizjuán que tardará mucho en volver a pisar y que ya no podrá hollar con la camiseta de su club de adopción, ilustran sobre ese carisma que, de puertas afuera, Éver siempre trató de no airear. No es un hombre de golpe en el pecho y sí de meter la pierna, a veces con mala uva, cuando se le tuercen los cables. Porque Éver es humano en una dimensión auténtica, para lo excelso y para la rabia. Un corazón indomable que ni él pudo contener cuando las lágrimas asaltaron su discurso de despedida.

Lopetegui, Castro, Banega, Del Nido Carrasco y Monchi, ante el escenario para la despedida. Lopetegui, Castro, Banega, Del Nido Carrasco y Monchi, ante el escenario para la despedida.

Lopetegui, Castro, Banega, Del Nido Carrasco y Monchi, ante el escenario para la despedida. / Imagen SFC

"Te despedimos con honores, con la convicción de que eres irrepetible y también inolvidable, y me quedo con esto. Quiero subrayar el compromiso de Éver con el club y con la camiseta, incluso cuando no estaba en las mejores condiciones físicas. Éver lo ha dado absolutamente todo", dijo José Castro, mientras Monchi ensalzó su bonhomía. "Me gustaría destacar la persona, Éver es un buen tipo, una buena persona, alguien que cuando te mira a la cara y te dice algo sabes que te lo dice de verdad", dijo el director deportivo.

"Gracias, Éver, gracias por tu compromiso, gracias por tirar del grupo en un momento difícil y por ayudarnos a que la sexta esté aquí", dijo con voz temblorosa Monchi. Y sus ex compañeros ratificaron esa vertiente humanamente visceral que contrastó con su frialdad para sortear contrarios desde el área propia, como recordó Coke, uno de sus ex compañeros que loaron su figura.

Lo hicieron con un vídeo en el que se repetían como un ensalmo las palabras amigo y hermano, también Mago. Fácil fue intuir por qué implícitamente fue un maestro para los que le dirigieron mensajes plenos de gratitud: Óliver Torres, Joan Jordán, Borja Lasso, Pozo, En-Nesyri... Futbolistas de variopinto perfil humano y futbolístico. "Todos querían estar aquí y ha sido complicadísimo hacerles ver que no podían por las medidas del Covid", explicó Monchi antes de visionar el vídeo.

Franco Vázquez abrió la retahíla de sahumerios. Enseguida salió la vertiente extradeportiva: "Gracias por los momentos que hemos compartido dentro y fuera de la cancha. Te deseo lo mejor a ti y a tu familia". Mercado también recordó su etapa junto al Mago: "Es un orgullo haber sido compañero tuyo, pero más importante aún poder considerarte un gran amigo". Koundé usó la palabra honor; Gudelj, hermano. Iborra incidió en la vida fuera del césped: "Quería agradecerte todos los años que hemos pasado juntos, tanto dentro como fuera del campo. Ha sido un placer y un privilegio disfrutar tanto de ti como de tu familia", le dijo.

Banega posa con las tres Europa Leagues que conquistó en el Sevilla, en 2015, 2016 y 2020. Banega posa con las tres Europa Leagues que conquistó en el Sevilla, en 2015, 2016 y 2020.

Banega posa con las tres Europa Leagues que conquistó en el Sevilla, en 2015, 2016 y 2020. / Imagen SFC

Muy especial fue el mensaje de Borja Lasso en nombre de la cantera: "Sabes que siempre has sido un referente para mí y además tuve la suerte de poder conocerte personalmente. Muchas gracias por cómo nos trataste siempre a los canteranos y a mí personalmente me has ayudado mucho siempre. Si como futbolista eres un crack, como persona eres otro diez".

Suso, Diego Carlos, Ocampos, compañeros de la última gran batalla. Y también Correa, con el que apenas estuvo un año, aunque juntos conquistaron Old Trafford: "Me puse muy contento por que te vayas como campeón, te lo merecías porque sos una gran persona", dijo el argentino, usando la misma expresión que Reguilón, otro que aprendió del maestro. Bono lo puso como "un ejemplo para todos", igual que Sergi Gómez.

Y Carriço destacó su "calidad no sólo como jugador, sino también como persona y como amigo". Munir, Nolito, que lo hizo reír a carcajadas. Y los dos capitanes, Escudero y Jesús Navas: "Quería darte las gracias por todo lo que nos has dado al club. Has sido grandísimo como persona y en lo futbolístico hemos aprendido muchísimo de ti", dijo el palaciego sobre Banega, cuya huella trasciende lo que dejó en el césped del Ramón Sánchez-Pizjuán. ForÉver Banega fue el mensaje institucional de su adiós. Quién lo hubiera dicho en aquel lejano agosto de 2014...

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