El Sevilla recuperaba la segunda jornada liguera y se hizo con los tres puntos que aún le faltaban en la clasificación para que los sevillistas aumenten las distancias respecto a sus seguidores. Lo hicieron con el indudable protagonismo del Mudo Vázquez, pero la genialidad del argentino está suficientemente desmenuzada en la crónica del partido, incluido el vídeo para verlo una y mil veces. Koundé, En-Nesyri, Suso y Bono fueron otros protagonistas positivos del triunfo de los hombres de Lopetegui.

En-Nesyri | Testarazo perfecto, desviando un balón muy tenso

El ariete marroquí volvió a abrir la cuenta goleadora del Sevilla y lo hizo con un testarazo sencillamente perfecto. Cuando el centro llega tan tenso como el que había puesto Suso apenas hay que golpear la pelota, basta con acompañarla, rozarla casi, y eso fue lo que hizo En-Nesyri para ponérsela imposible al portero. Excelente cabezazo, sin duda.

Koundé | El defensa Koundé también es cada vez mejor futbolista en su verdadera tarea

Koundé se arroja a los pies de Fidel para robarle el balón.

Después de haber dejado muchas dudas con una actuación impropia de él en Dortmund, el central francés lleva dos partidos en los que ha ejercido fundamentalmente de defensa, sobre todo contra el Betis, y lo hace también extraordinariamente bien. Ayer, sin ser brillante, horadó al Elche con sus continuos pasos adelante.

Bono | Su forma de vivir el partido es ya un espectáculo

Cada vez más porteros orientan a sus compañeros diciendo la pierna de golpeo del que lleva el balón, también Édgar Badía, pero el marroquí con su argot sudamericano es un espectáculo con sus ánimos a todos. La guinda fue una parada que le hace a Lucas Boyé con 1-0 y rebasado el minuto 80 en la que se grita a sí mismo un “¡bravo, Bono!”.

Suso | En días como éste, es uno de los que tiene la llave para abrir las puertas

Jamás va a destacar por tener una velocidad punta extraordinaria para un extremo, pero en días como el de ayer es la solución ideal para abrir las puertas necesarias para sumar tres puntos. Lo intentó con una internada, con algún disparo, pero, sobre todo, lanzó un centro de los que los propios futbolistas llaman caramelitos.