El Sevilla sigue en la zona noble de la clasificación, una vez disputadas 12 jornadas y habiéndose medido ya a los cuatro grandes. Ya es un logro a tener en cuenta en un equipo que este verano ha sufrido una revolución total, tal y como se planteó Monchi en su regreso a Nervión y en su fuerte apuesta por Julen Lopetegui.

Pero sigue siendo llamativo que el Sevilla de la mayor inversión de la historia en costes de adquisición de futbolistas, con unos 140 millones de euros en los 13 refuerzos, incluido Dabbur, no haya sido capaz de ganar a ningún grande en la primera vuelta. Dos puntos de los 12 disputados ante, por este orden, Real Madrid, Barcelona, Valencia y Atlético es un registro pobre. Sobre todo teniendo en cuenta que dos de esos partidos los ha jugado ante su gente.

El Sevilla cayó ante el Real Madrid en el Sánchez-Pizjuán, en el que quizá haya sido el partido más plano de la temporada hasta ahora; dio una magnífica imagen en el Camp Nou hasta que De Jong falló su tercera ocasión justo antes de que el Barcelona destapara la caja de Pandora; dio la sensación de volver a perdonar a un Valencia inferior –deportiva y económicamente, es el escalón que debe subir–; y mantuvo el pulso ante el Atlético, pero sin terminar de dar la sensación de que pudiese batirlo con solvencia.

En el césped, ante el equipo de Simeone, se pudo comprobar la gran diferencia que hay todavía entre ambas plantillas. Y sólo hay que ver el rendimiento de los tres delanteros del Atlético, Morata, Correa y Diego Costa, y el de los que puso el Sevilla, De Jong, Ocampos en el 3-5-2, y Chicharito, cuando suplió al holandés.

Monchi quiere recortar, con imaginación y trabajo, la enorme distancia que el Atlético conserva sobre el Sevilla en cuanto a potencial económico y deportivo, aunque sea sólo en parte, porque sería tarea quimérica. La web Transfermarkt triplica el valor de la plantilla del Atlético respecto a la del Sevilla: 870 por 283 millones de euros. Y el Valencia, pese a que esta temporada apenas ha gastado la mitad que el Sevilla en traspasos (unos 75 millones) tiene un valor de 495 millones.

El gestor deportivo reconoció que no redondeó la planificación como le hubiera gustado, le falló la operacion salida. Pero la gran falla hasta ahora es el ataque. De Jong sigue sin convencer, Dabbur no ha debutado en la Liga y Rony Lopes, el más caro de la historia del club, sólo ha jugado 11 minutos en la Liga y en la Liga Europa su concurso ha sido decepcionante.