El paso del tiempo corre en contra del Sevilla y de Marko Rog. Por ahora, y ya han pasado varios días desde que se iniciaron las conversaciones, no hay novedad importante, salvo que su agente, Fali Ramadani, llegó a Nápoles para tratar directamente con Cristiano Giuntoli, director deportivo del club. Pero Aurelio di Laurentiis, el presidente partenopeo, está más pendiente de otras negociaciones relacionadas con la posible salida de Marko Rog. Y esa ralentización de la operación del Sevilla, que quería cerrarlo todo el 20 de enero como máximo, es un inconveniente que tuerce hacia el pesimismo la posibilidad de que se termine finiquitando.

También tiene bastante que ver para que no se haya acordado ya que el Nápoles es reticente a continuar bajando el precio de la opción de compra del medio croata, después e partir de unos estratosféricos 40 millones y rebajarlos primero a 30 y posteriormente a cantidades más cercanas al tope marcado por el Sevilla, sobre los 20 millones. Pero hay distancias aún considerables.

Di Laurentiis cuadra sus cuentas y le da prioridad al fichaje de Pablo Fornals, por el que el Villarreal pide 33 millones de euros, como posible sustituto de Marko Rog. Y, sobre todo, está pendiente de la venta de Allan, medio por el que pide 100 millones al PSG, que ya mira otras opciones. Ese puzle condiciona el precio de la compra de Marko Rog. Y el Sevilla ni quiere pagar más de lo que cree ni quiere esperar, porque Gonalons podría ocupar esa plaza y eso cuenta.