Monchi reitera cada vez que se le pregunta que se ha quedado algo corto en el ambicioso proyecto de revolucionar completamente la plantilla del Sevilla que traía en mente cuando desembarcó de nuevo en Nervión. El dato revelado recientemente de esos 20 millones de amortización que debe afrontar el Sevilla por los ocho cedidos, nueve contando a Carlos Fernández, ha condicionado negativamente la gestión planificadora, ha mermado el margen de maniobra del director deportivo. Aun así, la revolución es un hecho y se puede demostrar con números y en positivo.

El Sevilla, tras la octava jornada, está a tres puntos del segundo clasificado, el Barcelona, metiendo los codos en una apretada cabeza de la tabla, es decir, en la pomada, como quinto clasificado. Y con siete de los doce fichajes de Monchi en el once inicial de los que más juegan.

Que más del 50 por ciento (63.6% concretamente) del equipo esté configurado por los refuerzos realizados este verano es un dato significativo, e ilustrativo, del éxito inicial de la gestión realizada por Monchi. El Sevilla ha arrancado y ha echado a andar con bastantes nuevas piezas en el nuevo engranaje, un motor casi a estrenar con una línea medular prácticamente nueva y una defensa y un ataque con bastantes efectivos novedosos. Otra cosa es cómo termine esta aventura en la que tanta confianza ha depositado Monchi.

Pero eso se podrá calibrar en primavera. Ahora, en otoño y cuando la Liga atraviesa el segundo parón obligado por las fechas FIFA para las selecciones, la conclusión momentánea hay que relacionarla con los fríos números. Y éstos dictan que la nave va.

Si se hiciera un once inicial con los futbolistas que más partidos y minutos han jugado, entre Liga y Liga Europa a estas alturas de octubre quedaría así: Vaclik (9 partidos y 810 minutos); Diego Carlos (9/795), Fernando (8/720), Jesús Navas (8/720), Joan Jordán (10/671), Banega (629), Carriço (7/592), De Jong (7/585), Ocampos (7/581), Reguilón (7/560) y Óliver Torres (7/464).

Diego Carlos es el futbolista de campo más destacado en cuanto a participación, al margen de que su rendimiento, en general, está siendo óptimo. El brasileño se ha reído del tópico de la adaptación, al igual que su compatriota Fernando, el segundo futbolista de campo que más ha jugado hasta ahora. Ambos, además, han conformado un nuevo eje, un núcleo duro en cuyo rendimiento reposa buena parte del éxito del prometedor inicio del Sevilla de Lopetegui, con sus matices, sus limitaciones y sus pegas, que también las hay, claro.

Entre éstas, por ejemplo, está que los dos fichajes más caros, dos apuestas fortísimas de Monchi, tengan por ahora una aparición residual en el once de Lopetegui, por no mencionar que Dabbur ni siquiera ha sido convocado para ningún partido de Liga todavía y apenas acumula un cuarto de hora en dos ratos que ha aparecido en la Liga Europa. Pero siempre se podrá aducir que el israelí fue un fichaje anterior a Monchi. Rony Lopes (3 partidos, 115 minutos) y Koundé (5/314), sus dos grandes apuestas, han aparecido muy poco por distintos factores. También Gudelj, un futbolista de fondo de armario que lleva 6 partidos y 265 minutos.

Chicharito, por su carácter mediático y también por la realidad que ha respondido en sus dos titularidades con sendos goles (ante flojos rivales europeos, eso sí), también podría apuntarse como un refuerzo deficitario de presencia en la Liga (5 partidos en total y 217 minutos). Aunque el mexicano llegó a Nervión cuando ya se habían disputados las tres primeras jornadas y siempre ha ido convocado desde entonces. Y Bono sólo ha jugado un partido, en Europa.

Otro aspecto positivo es que se ha incrementado el número de internacionales hasta la decena. No sólo siguen yendo con sus respectivas selecciones los futbolistas que ya lo venían haciendo (Vaclik, Bono, Jesús Navas, De Jong, Dabbur, Bryan o Chicharito), sino que ha aumentado la nómina con los estrenos en las convocatorias de Reguilón, Pozo y Ocampos, que ha ampliado su excelente estreno en la Liga con la selección argentina, también con gol.