Sevilla-Lazio | La previa

Europa como resorte

  • El Sevilla de Pablo Machín, más discutido que nunca fuera del club, afronta un partido clave con una obvia ventaja

  • La ausencia de Banega se une al regreso de Immobile en la Lazio

Amadou intenta colar un balón en un aro que sostiene Ben Yedder ante Rog, Gonalons y Bryan.

Amadou intenta colar un balón en un aro que sostiene Ben Yedder ante Rog, Gonalons y Bryan. / José Ángel García

Inmerso como está el Sevilla en una crisis de resultados y también de juego en la Liga, Europa se le presenta como el resorte ideal para que decantar esa tendencia. Claro que la decantación puede ser en positiva... o negativa. El equipo de Pablo Machín afronta el partido de este miércoles en un horario atípico y en plena jornada laboral y comercial, por la preeminencia televisiva del partido nocturno de Champions y la imposibilidad, según normativa UEFA, de que pueda jugarse el mismo día que el Betis-Rennes. Eso, indudablemente, puede quitarle cierto calor a la grada. Pero el Sevilla parte con una ventaja muy obvia de 0-1, gracias al gol de Ben Yedder en Roma, que debe administrar y ratificar con la clasificación y también con la escarapela de pentacampeón, no se olvide.

La clasificación para Europa como séptimo clasificado, junto al largo prólogo estival de tres previas, traía aparejada ciertas notas negativas. Una es que el Betis tuvo prioridad para la UEFA, por su clasificación directa, a la hora de mantener el horario de la Liga Europa en jueves. El ente europeo prohíbe taxativamente partidos de eliminatorias en la misma ciudad el mismo día y ahí se encuentra el Sevilla, en un extraño partido a las seis de la tarde con una ventaja que puede convertirse en arma de doble filo si no sabe embocar el partido con la seriedad que requiere.

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La previa / Dpto. Infografía

Enfrente estará una Lazio que llega a la cita con relativo relax. El resultado de la ida le ha quitado voltaje al partido de vuelta desde el punto de vista lacial, dado que el conjunto romano, ante la difícil expectativa de remontar en el Ramón Sánchez-Pizjuán, está centrando sus esfuerzos y sus energías en la semana que viene, con dos duelos clave de alto nivel: el Lazio-Milan, ida de las semifinales de la Copa de Italia, este martes, y el Lazio-Roma, derbi de máxima rivalidad con la lucha por los puestos europeos en juego.

El equipo de Simone Inzaghi, además, no jugará este fin de semana por un cúmulo de circunstancias. El Lazio-Udinese se aplazó al lunes dado que de nuevo se disputa en el Olímpico un partido del Seis Naciones, el Italia-Irlanda. Pero al jugarse el martes la Copa, se aplazó ese partido de la Serie A, sine díe. Con lo cual, y ya con Immobile al frente de la expedición romana, el rival del Sevilla llega ciertamente relajado a la cita, mirando de soslayo a medio plazo esos dos partidos de trascendencia que tiene en su feudo la semana próxima.

Tanto es así que Inzaghi se ha traído a Sevilla a todos los disponibles, con aquellos familiares, hijos incluidos, que han querido acompañar a sus jugadores.

¿Y el Sevilla? Pues el Sevilla vive en un contexto completamente opuesto. Con Pablo Machín fuertemente cuestionado desde amplios sectores de la afición, el partido se presenta como un inesperado test, al que su equipo llega además sin un futbolista clave para la construcción del juego y la estructura del equipo como Banega. El centrocampista argentino vio la tercera amarilla de la Liga Europa en Roma y cumple ciclo y la incógnita es si Machín repetirá con Amadou en su lugar, después de su irregular concurso en Villarreal, u optará por otra opción insospechada.

Sarabia y Ben Yedder, reservados en Villarreal, estarán seguro en el once inicial, así como Mercado, Kjaer y Sergi Gómez, ante el estado físico de Carriço, quien no aparece, no obstante, en los partes médicos. Los carriles deben ser para Jesús Navas y Escudero, la gran duda es una medular en la que repartir tres puestos entre Amadou, Roque Mesa, Franco Vázquez y Sarabia, y arriba estará el dúo habitual. En Villarreal, al Sevilla le faltó bastante puntería. Hoy no puede fallar, porque el resorte de Europa puede decantar la balanza a favor... o en contra.

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