Sevilla FC

El Sánchez-Pizjuán vuelve a ser un fortín y Sampaoli espera aún su "furia"

Los jugadores del Sevilla celebran el gol de Bryan Gil al Mallorca.

Los jugadores del Sevilla celebran el gol de Bryan Gil al Mallorca. / Antonio Pizarro

Desde octubre de 2021, cuando el Sevilla alcanzó los siete triunfos consecutivos entre el final de la Liga 20-21 y el inicio de la 21-22, no tenía una racha de tantos encuentros ganados como local el equipo nervionense, que vuelve a sentirse fuerte y confiado cuando actúa como local.

El Ramón Sánchez-Pizjuán vuelve a ser un fortín una vez dejado atrás el malhadado año 2022. En lo que va de año, el equipo de Jorge Sampaoli cuenta por victorias sus comparecencias ante su gente, algo a lo que ha ayudado un calendario más amable, ciertamente, pero también más inquietante por haber tenido que enfrentarse a rivales directos en una situación de absoluta "incomodidad" en la clasificación, como dice el argentino al referirse a esa pugna por la permanencia.

Además, el Sevilla ha recuperado en este inicio esperanzador de año la solidez defensiva en casa, que había perdido alarmantemente en el aciago 2022. Los triunfos ante Getafe (2-1), Cádiz (1-0), Elche (3-0) y Mallorca (2-0) se produjeron con un solo gol en contra, el de Borja Mayoral al final del partido contra los azulones. En el resto dejó la portería a cero.

La secuencia de victorias, también la forma en que se han producido las tres últimas, porque contra el Getafe sufrió bastante el equipo, invita al optimismo. También la irrupción de los fichajes de enero ayuda a esa nueva percepción.

Y todo esto ayuda a dejar atrás las dudas que aún mantiene el sevillismo tras haberlo pasado tan mal y que nota Sampaoli que transmite a veces la grada. Pese a que el Sánchez-Pizjuán ha vibrado y ayudado en momentos puntuales, ciertamente a veces se producen esos silencios fruto de la incertidumbre, del vértigo de la clasificación y de la decepción de la planificación de verano.

En su comparecencia tras el partido ante el Mallorca, el argentino, que conoce perfectamente cómo se las gasta el Sánchez-Pizjuán, habló de ello. "Todavía no hemos generado la furia del Sánchez-Pizjuán, tenemos que seguir generando para que la gente tenga deseo de ver este equipo, que no tenga duda. Es todavía la deuda que tenemos con la gente, para que esto sea una caldera cada vez que juega el equipo", dijo, esperanzado en volver a oír rugir Nervión un día sí y otro también, sin miedos ni dudas, que se han unido a la desafección que en gran parte de la afición hubo al final del ciclo de Julen Lopetegui.

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