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El Sevilla espera la respuesta positiva de Braulio Vázquez

Luis Sabalza, presidente del Osasuna, y Braulio cuando presentaron a Diego Martínez, su primer técnico, en 2017.

Luis Sabalza, presidente del Osasuna, y Braulio cuando presentaron a Diego Martínez, su primer técnico, en 2017. / Jesús Diges / Efe

Son horas decisivas en el Sevilla. Todo el sevillismo anda expectante sobre la noticia más esperada tras la confirmación de la salida de Monchi rumbo a Birmingham: quién será el elegido para ocupar un puesto de tal calado. Todas las miradas, incluso las preferencias de una gran parte del sevillismo, están puestas en Braulio Vázquez, el preferido por el comité de dirección del Sevilla, que tampoco descarta otras opciones externas, como la ya conocida de Víctor Orta, si no consigue seducir al gallego.

Braulio, su nombre deportivo cuando actuaba como delantero en el Deportivo de la Coruña en los años 90, es quien tiene la palabra en estos momentos. Tras su indudable éxito en el Osasuna, que ya se teme una salida de su director deportivo, está ante un tren de esos que pasa de vez en cuando.

Con el club rojillo ha hecho historia junto con Jagoba Arrasate, un técnico de un perfil muy similar al de José Luis Mendilibar. Primero, el ascenso a Primera División y luego, la pasada temporada, la confirmación de esa ascensión conjunta con la brillante clasificación para la final de la Copa del Rey y el séptimo puesto en la Liga, aún pendiente de confirmarse la presencia del equipo rojillo en la Conference League por la investigación abierta en la UEFA por unos presuntos partidos amañados años atrás. Se podría considerar que ha culminado un ciclo allí.

Pero la decisión la debe tomar el propio Braulio Jesús Vázquez Benítez (Pontevedra, 14-03-1972), quien debe valorar si está ante un paso importantísimo en su trayectoria como gestor técnico, tras su eclosión en el Osasuna y su paso también exitoso por el Valencia entre 2010 y 2013 y otra etapa en el Valladolid entre 2014 y 2017.

El Sevilla se le presentaría así como una gran oportunidad para volver a dirigir con poderes un equipo de primer nivel competitivo, después de su paso por Mestalla en unos años convulsos en los que, con Unai Emery en el banquillo, el Valencia se clasificó varios años seguidos para la Champions. Pero frente a esta realidad está también su fuerte vínculo emocional, su compromiso con el Osasuna, más allá de que la rescisión de su contrato apenas le costaría al Sevilla 150.000 euros.

El consejo de su ayudante Alejandro Alfaro

Éste es el temor que ha anidado durante el fin de semana en El Sadar, pese a que el club presidido por Luis Sabalza tiene mucha confianza en su lealtad. De hecho, fue el propio Sabalza, presidente rojillo desde 2014, quien confió en él al ficharlo del Valladolid en 2017. Acaba de cumplir su sexto año como director deportivo en Pamplona y la llamada del Sevilla es difícil de despreciar.

También puede tener peso en su decisión la situación de orfandad que deja Monchi, y la alta responsabilidad que supondría. De esto podrá haber hablado con Alejandro Alfaro, el ex delantero del Sevilla al que fichó como ayudante y ojeador de jugadores de la zona sur en 2020, cuando el futbolista de La Palma del Condado colgó las botas. Podría llegar con él. Su otra persona de confianza es el secretario técnico José Antonio Prieto Cata, aunque éste sí ha confirmado ya que se queda en Pamplona, según la prensa navarra. El comité de dirección está expectante ante su respuesta por si tiene que activar otra alternativa.

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