El Sevilla, que aún no ha ganado con Diego Alonso ni en la Liga ni en la Champions, tiene el objetivo de la cuarta plaza a 19 puntos tras la derrota de este domingo frente a la Real Sociedad en el Reale Arena, donde los del entrenador uruguayo volvieron a dejar una imagen desoladora tirando la primera mitad y con errores bastante groseros de Dmitrovic (son achacables a sus dudas los dos goles) y de un laxo sistema defensivo.

El objetivo no puede ser otro que repetir clasificación para la Champions y lo cierto es que ya se atisba prácticamente imposible, pues hay 19 puntos de distancia con sólo 14 jornadas disputadas, aunque el Sevilla tiene un partido menos, el que ha de jugar ante el Atlético de Madrid en el Civitas Metropolitano el próximo 23 de diciembre. 

El Barcelona ocupa esa cuarta posición y suma 31 puntos, por sólo 12 de los nervionenses. La Europa League está a 12 puntos, los que separa a los dirigidos por el entrenador uruguayo con el Athletic, sexto con 24 puntos, y el Betis, séptimo con idéntica puntuación. Y con el eterno rival sigue aumentando la distancia.

El Sevilla, que lleva siete jornadas sin ganar en la Liga, está 4 puntos por encima del descenso, un balance pobrísimo e indecoroso para el cuarto mayor presupuesto del campeonato y para la cuarta plantilla con mayor límite salarial.

La preocupación es patente en los gestores, que ya empiezan a ver que Diego Alonso puede estar lejos del camino. No ha gustado la visión que hizo del encuentro en San Sebastián, donde dijo que los suyos jugaron "el mejor partido desde que estoy aquí de entrenador".

Se empieza a pensar en soluciones. Entre otras cosas, eligieron a Diego Alonso por ser una opción más barata en caso de tener que rescindir su contrato y no hay que olvidar la pillada a Pepe Castro en su primer entrenamiento, cuando le dijo a Del Nido Carrasco "esto puede salir muy bien o puede salir muy mal y al final la culpa la tenemos yo o tú". Después, quiso aclarar que se refería al Sevilla Atlético, donde, por cierto, la cosa está saliendo bien, pues Galván ha colocado líder al filial.

Sin ganar es imposible y su futuro ya pende de un hilo. Tanto que se puede jugar el cargo ante el PSV Eindhoven este miércoles, ya que una derrota dejaría al equipo sin opciones casi de entrar en la Europa League como tercero de grupo.