No todas las efémerides que se recuerden van a ser títulos. Para que una entidad sepa bien y no olvide de dónde viene es necesario recordar cuándo y cómo cayó en el fango y qué hizo para salir de él. El Sevilla recuerda hoy, como otros días los títulos cada vez que ha tocado, el último ascenso a Primera División, del que se cumplen exactamente 20 años este jueves 3 de junio.
Aquel domingo de Rocío un gol del uruguayo Inti Podestá al Tenerife devolvía al Sevilla a la élite un año después de perder la categoría en aquel año nefasto con Marcos Alonso y la legión de uruguayos. Por suerte, fue uno de ellos, el bravo medio que llegó del Danubio uruguayo y que se caracterizaba por meter la cabeza en un ventilador si hacía falta, el que hacía posible en el Sánchez-Pizjuán que el sevillismo olvidara la pesadilla.
El Sevilla de Joaquín Caparrós y que era el primer proyecto de Roberto Alés y Monchi en la dirección deportiva lograba el objetivo como campeón de Segunda una jornada antes de su finalización en una temporada en la que subirían también el Betis, segundo, y el Tenerife de Rafa Benítez, precisamente su rival aquella tarde de sábado. Por ejemplo, sin lograr el objetivo se quedaba el mismísimo Atlético de Madrid.

Míchel, César, Fredi, Tevenet, Zalayeta, Casquero y Olivera celebran el éxito.
Un equipo en el que, aún quedaban los uruguayos más comprometidos (Olivera, Tabaré, Zalayeta o el propio Podestá) la mano de Monchi estaba ya con Notario, Pablo Alfaro, David, Casquero o Fredi y también la de Caparrós (Gallardo, Reyes…), amén de veteranos como Prieto o Tevenet, que volvió reclutado por Monchi.
Desde entonces el Sevilla no sólo no ha vuelto al pozo de Segunda sino que ido creciendo cada vez más hasta sumar 10 títulos y 20 finales. En su primer año en la élite ya rozó Europa y al segundo logró entrar en la Copa de la UEFA. A partir de ahí la historia ya es más que conocida…
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