Sevilla FC - Real Valladolid | El informe del rival

El Valladolid, imposible más con menos

  • Sergio González cambió el destino del equipo pucelano, séptimo pese a padecer el gasto más limitado de la categoría

  • Ha encajado 9 goles en 12 jornadas

Sergio González, en un entrenamiento del Valladolid

Sergio González, en un entrenamiento del Valladolid / R. García (EFE) (Valladolid)

Todas las temporadas, dentro del ramillete de revelaciones, hay una mayúscula. Y esta campaña, viste de blanco y violeta y reside en el corazón castellano-leonés. Enorme el curso que está cuajando hasta ahora el Real Valladolid en su retorno a Primera. Su mérito se resume en la siguiente frase: es séptimo a pesar de pechar con el gasto más limitado de la categoría.

Con Ronaldo Nazario sentado en el palco del José Zorrilla para darle el empujón mediático al emergente proyecto, quienes se han puesto el traje de faena en el día a día son Miguel Ángel Gómez como director deportivo y Sergio González como entrenador. Al primero le van los retos. Y aceptó la oferta de un club lastrado por las deudas y en Segunda. El segundo llegó en pleno viaje proceloso y enderezó la nave hasta llevarla al opulento puerto de Primera.

Ahora, la misión es aguantar como sea esta campaña del retorno, porque en el segundo año el Valladolid sí que podrá soltar lastre e invertir más. Un dato: de sus delanteros, sólo Óscar Plano, uno de sus puntales, no es cedido. Leo Suárez y Enes Ünal (Villarreal), Verde (Roma), Ivi (Levante), Keko (Málaga) y Duje Cop (Standard) son a préstamo. Encaje de bolillos, que se llama.

Sin balón

La acreditada solidez de la zaga de cuatro pucelana la da también la continuidad. No puede ser más continua: Moyano, Calero, Kiko Olivas y Nacho han sido los titulares en las doce jornadas disputadas. Hoy se romperá esa cadena con la baja por lesión del lateral derecho, el corajudo y cumplidor Moyano, y de Kiko Olivas. El comportamiento defensivo del Valladolid está sorprendiendo por su eficacia, que se basa en una solidaridad de todo el conjunto. Ha mentalizado Sergio a sus jugadores de que el mejor sistema defensivo pasa por el trabajo colectivo.

El central Calero está entre las revelaciones del inicio liguero por su aseada marca y su limpia salida del balón. Es complementario con Kiko Olivas, un central más expeditivo que hoy dejará su puesto a Joaquín, el espigado joven que despuntó en el Almería. Quizá los puntos débiles de este Valladolid se hallen en las transiciones defensivas, sobre todo cuando sale con dos puntas, y en el juego aéreo. Y no anda sobrado de centímetros.

Con balón

No rehúye el equipo de Sergio la pelota, una idea que mantiene desde el pasado año. Una de las primeras decisiones del técnico fue la de retrasar a Míchel para mejorar la salida desde atrás; la llegada de Alcaraz también ha incidido en esa idea, después del gran rendimiento que viene ofreciendo el medio centro. La velocidad de Leo Suárez, Toni Villa y Óscar Plano también permite que el Valladolid utilice el juego por las bandas, a la búsqueda de esos centros que alimenten a delanteros con gran manejo en el área como Enes Ünal o Duje Cop.

Por la izquierda, las eléctricas subidas de Nacho sorprenden.

Lo mejor

Su sentido colectivo y su fuerza mental los hace durísimos fuera, un pedernal: no ha caído de visitante hasta la undécima jornada y en el Bernabéu, donde lo derrotó la mala fortuna con aquel tiro de Vinicius que iba para el banderín de córner.

Lo peor

Muy poco gol en la valija. Ahí se refleja su limitación de dinero. Fondo de armario escaso.

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