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Quincy Promes: destellos de estrella

  • El atacante holandés dejó detalles de futbolista caro en su debut goleador, con dos tantos de habilidad e intención

  • "Tiene buenas condiciones para brillar en el Sevilla", había dicho Pablo Machín en la previa

Promes inicia la pirueta con la que celebro su primer gol con el Sevilla.

Promes inicia la pirueta con la que celebro su primer gol con el Sevilla. / Antonio Pizarro

No es cuestión de echar las campanas al vuelo, ni de querer hacer una rutilante estrella por un par de destellos. Pero no se faltará a la verdad afirmando que Quincy Promes dejó visos de ser un futbolista caro, de acercarse a ese tipo de jugadores que llenan de público los estadios, que ilusionan en las vísperas inciertas de los partidos, que son capaces de hacer cosas inverosímiles. El futbolista holandés, en su segundo partido como titular en el Ramón Sánchez-Pizjuán, el tercero en el que jugó de partida tras los del Standard de Lieja y Krasnodar, demostró bastantes cosas. El Promes que se vio ante el débil Akhisar Belediyespor sí es el que fichó el Sevilla cuando decidió desembolsar 20 millones de euros, el segundo fichaje más caro de la historia del club.

No sólo fueron sus dos goles. dos tantos de muy distinta factura en la que puso en evidencia sus dotes como futbolista de corte claramente ofensivo: agilidad acrobática en el primero, incluso en la celebración, y calidad gestual e intencionalidad en el segundo, mejor incluso porque no medió error del meta y porque implica un gesto técnico más depurado, de delantero matador.

Incluso la celebración de su primer gol con la camiseta del Sevilla, esa pirueta con vuelta de campana junto a la grada de Gol Norte, también es una pista sobre la personalidad de un futbolista que juega para agradar al público, como si fuera su única misión.

Hay que añadir, empero, a ambas cuestiones, mucho más superficial la segunda obviamente, que el futbolista dejó otros aspectos futbolísticos dignos de reseñar. Su constante movilidad por todo el frente de ataque, sus desmarques de ruptura, su desparpajo para encarar al contrario, una vez que ha soltado amarras, que parece tener más confianza... En el Spartak de Moscú jugó más veces como extremo, pero en la selección holandesa ya ha actuado en una de las posiciones de la doble punta que está dibujando Pablo Machín en sus equipos.

Salió junto a Muriel y rindió ahí arriba. Desde bien pronto, puesto que ya en el minuto 3 realizó un buen desmarque diagonal hacia la izquierda que remató con un disparo a puerta que salió demasiado cruzado. Una buena acción, a pase de Sarabia y tras un buen balón de Sergi Gómez, que fue un aviso del muestrario que estaba a punto de abrir ante su nueva clientela.

Pablo Machín lo picó en la víspera del partido con los turcos. "Todavía no hemos visto al Promes que hemos fichado, tiene que demostrarlo en el terreno de juego", dijo el técnico, quien en cambio sí destacó otras virtudes del holandés de 26 años. "Por su forma de ser, ha empatizado muy bien con el grupo, se ha adaptado bien a la ciudad y el equipo". Prueba de ello es el relato que circula en las redes sociales sobre su generosidad con aficionados desconocidos: el regalo de un teléfono móvil, el pago de una cena de cumpleaños... Quincy Promes quiere agradar. "Tenemos que ver si esa capacidad podemos sacársela y aprovechar a un muy buen futbolista, tiene condiciones buenas para brillar en el Sevilla", dijo Machín.

Le queda demostrar todo esto en la Liga, donde apenas ha jugado 90 minutos repartidos en seis jornadas. En España el nivel de los rivales sube y ahí es donde Quincy Promes, tras soltar amarras con esos visos estelares, debe demostrar todo lo que apunta.

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