Sevilla FC | El nuevo museo

Catedrático en Historia

  • El Sevilla inaugura su nuevo museo en el 60 aniversario del Ramón Sánchez-Pizjuán, cuyo mejor título es que “sus artífices fueron los sevillistas”

  • José Castro promete más mejoras: "Cuando cumpla 70 años será un estadio de primerísimo nivel"

José Castro, ante las cinco UEFA Europa League del museo.

José Castro, ante las cinco UEFA Europa League del museo. / Juan Carlos Vázquez

Si esos vestuarios hablaran... Por sus banquetas, taquillas y duchas han pasado mitos de la historia del fútbol mundial. Y no sólo del Sevilla, del que ayer había dos de sus mayores iconos presentes, Marcelo Campanal y Jesús Navas. Cerrando los ojos se puede uno imaginar a Dassaev en 1982, después de haber recibido los dos obuses de Sócrates y Eder que le dieron el triunfo a Brasil sobre la Unión Soviética. O a Rummenigge, protegiéndose el brazo antes de salir como el Cid para salvar en la prórroga a Alemania. O a Platini, hundido después de haber caído en los penaltis tras aquel partido épico del Mundial. O a Duckadam, inesperado héroe de la final de la Copa de Europa de 1986, en la que el David Steaua tumbó al Goliat Barcelona. O a Luis del Sol, autor del primer gol oficial, el del famoso 2-4 con el que el Betis regresó a la élite tras 15 largos años de purgatorio. O a Puerta, Antonio Puerta, repartiendo abrazos, gritos, besos, cánticos... en aquella inolvidable noche de Feria, 27 de abril de 2006.

El Ramón Sánchez Pizjuán ha sido, y sigue siendo, mítico para muchísimos ilustres del fútbol mundial. No sólo lo es para los sevillistas, que lo tienen como su intocable templo sagrado. Y no sólo por la preciosidad del mosaico de Santiago del Campo, por la perfecta visibilidad desde cualquier lado, según lo concibió el arquitecto Manuel Muñoz Monasterio, ni por la sonoridad de su ardiente hinchada en las grandes noches que huelen a algo más que a césped recién cortado. Los recuerdos, las vivencias, la nostalgia, la herida de la memoria infantil..., todo eso es lo que lo hace especial para sus inquilinos habituales. Y, sobre todo, algo que destacó José Castro con motivo del 60 aniversario de su inauguración: sentirlo suyo, algo propio en el más amplio sentido del concepto de propiedad. Porque más que huéspedes se sienten caseros en su casa.

“Hoy el sueño de don Ramón cumple 60 años, como también los cumplen el sacrificio y la solidaridad de todo el sevillismo”, destacó José Castro en el discurso conmemorativo. El Sevilla, en su afán de remodelar y darle lustre a su estadio, inauguró ayer, en tal efeméride, su nuevo museo. Sevilla FC History Experience. Desde luego, el coliseo de Eduardo Dato puede presumir de ser algo en la Historia, la cátedra la tiene bien ganada y sin nepotismo ninguno. “Lo mejor de la historia de este estadio es que sus progatonistas y artífices fueron los propios sevillistas. Muchísimos sevillistas suscribieron obligaciones para construir este campo de forma desinteresada (...). Exigentes, sí, pero fieles y generosos cuando hay que dar la cara por el Sevilla”, quiso destacar Castro.

Como guinda a la inauguración del museo, el dirigente hizo una promesa para el próximo cumpledécadas. “El Sánchez-Pizjuán cumple, sin duda, 60 años en su mejor momento. Y no tengan duda de que cuando llegue a los 70 será un estadio de primerísimo nivel”. Y lo prometido es deuda...

La Copa del Rey en propiedad, en una de las salas del museo. La Copa del Rey en propiedad, en una de las salas del museo.

La Copa del Rey en propiedad, en una de las salas del museo. / Juan Carlos Vázquez

Marcelo Campanal es el único futbolista vivo que participó en el primer partido en el Sánchez-Pizjuán, aquel amistoso Sevilla-Jaén que, antes de que comenzase la Liga 58-59, sirvió para que Ramón de Carranza lo inaugurase, dos años después de la muerte de su gran prócer creador, “el presidente eterno”. “Me acuerdo de Juanito Arza, con el que viví tantos momentos... Soy el único jugador que llegó en un barco por el río Guadalquivir, el 12 de septiembre de 1948 salí de Avilés y llegué cuatro días después. El capitán se llamaba Abel y el telegrafista Luis, y siempre jugué en equipos bañados por el Guadalquivir, el Coria, el Iliturgi, el Andújar y el Sevilla”, dijo el socarrón atleta.

Eduardo Herrera, presidente de la Federación Andaluza, miró al pasado.. y al futuro: “Hay mucha historia más que no está expuesta aún, mucha más que le queda por escribir en el Ramón Sánchez-Pizjuán, en esta bombonera cada día más preciosa”. Igual que Miguel Ángel Vázquez, consejero de Cultura de la Junta. “Ahora empezamos a caminar para afrontar otra etapa de muchos éxitos para el Sevilla Fútbol Club”.

El museo contará su historia y Jesús Navas, el que más veces holló esos añejos vestuarios, ya reformados, quiere añadir más capítulos.“Aquí he aprendido que rendirse está prohibido y que los sueños se cumplen. Vamos a luchar y a soñar esta temporada con todas nuestras fuerzas. Yo, desde luego, voy a seguir soñando y luchando por traer más éxitos y más plata a este a este museo que hoy se inaugura”. Otra promesa por cumplir, otro sueño que vivir en ese catedrático de Historia que es el Ramón Sánchez-Pizjuán. Cómo suena a fútbol...

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