Más de ocho meses después, Suso volvió a sentirse futbolista. Han pasado, concretamente, 246 días desde que el gaditano pisara por última vez, de modo competitivo, un césped. La grave lesión en su tobillo izquierdo que lo dejó en el dique seco a finales del año pasado es ya cosa del pasado y Julen Lopetegui cuenta con una pieza más para su ataque.

Y llega con ganas el jugador, que ante el Sporting de Portugal puso punto y final a un calvario que lo apartó de los campos de juego. Fue el 20 de noviembre cuando Suso jugó por última vez. Entró de refresco ante el Alavés y días más tarde se anunciaba su lesión en un entrenamiento en un lance fortuito: luxación en el tobillo izquierdo en el parte médico y operación de urgencia.

Fueron sólo 15 minutos; suficientes para que el jugador, que debe recuperar el tono físico y el ritmo de competición, vaya encontrando sensaciones tras tanto tiempo de recuperación.

Incluso Lopetegui lo destacaba al término del encuentro: "Suso no jugaba un minuto desde el 20 de noviembre", apuntó el técnico, emocionado al recordar todo lo vivido la pasada campaña. "Que vaya dejando atrás las sensaciones negativas y que vuelva a sentirse futbolista. Ojalá que poco a poco pueda coger la forma para poder ayudarnos".

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Incluso el jugador indicaba sus sensaciones en redes sociales: "Muchos días, semanas, meses malos. Por todos esos ratos que los más cercanos sólo sabemos cómo hemos sufrido", señalaba el futbolista, que el miércoles, frente al Angers, tendrá nueva oportunidad.