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Vuelve la Champions, ese caramelo envenenado para el Sevilla

Los futbolistas del Sevilla protestan la roja de Ortiz Arias a Sergio Ramos.

Los futbolistas del Sevilla protestan la roja de Ortiz Arias a Sergio Ramos. / Juan Herrero / efe

La Liga de Campeones, con su estrella, su himno recreado sobre la fanfarria barroca de Georg Friedrich Händel y su promesa de maná crematístico que arregla cualquier desaguisado, se presenta para el Sevilla como un caramelo envenenado. Este miércoles, en horario laborable por los designios inescrutables de la UEFA y sus intereses televisivos, a las 18:45, el Sevilla de Diego Alonso recibe aún lamiéndose las numerosas heridas de San Sebastián al lanzado PSV Eindhoven de Luuk de Jong: 17 lleva el ex sevillista esta temporada.

La noche y el día son ahora mismo el equipo nervionense y el neerlandés, fuerte e incontestable líder de la Eredivisie que sólo ha perdido un partido esta temporada, en su visita al Arsenal. El Sevilla de Diego Alonso, en cambio, aún no conoce la victoria desde que el uruguayo relevara a José Luis Mendilibar tras el parón de octubre, después del empate en casa ante el Rayo Vallecano (2-2).

Un PSV casi invicto

El conjunto de Peter Bosz comenzó la temporada ganando la supercopa neerlandesa al Feyenoord (0-1), con gol del talentoso y rapidísimo Lang, un peligro para la zaga sevillista. Y llega habiendo ganado los 13 partidos de la Eredivisie disputados y sólo habiendo cedido en su visita al Arsenal (4-0), en la primera jornada de la Champions. Pero luego reaccionó, fue capaz de empatar en Nervión, de hacerlo también en Lens y de ganar al conjunto galo en Eindhoven. La consecuencia es que el Sevilla, que sólo acumula dos puntos, los dos de los empates ante el Lens en casa y a domicilio ante el PSV, tras sus dos derrotas con el Arsenal, tiene que ganar para cumplir uno de los objetivos presupuestarios de la temporada: pasar a octavos de final de la Champions.

Si no gana, tendrá que conformarse con pelear por la tercera plaza y aún deberá disputar por ella en la última jornada del Grupo B, en su visita al Lens, que remontó en su ruidoso estadio al Arsenal (2-1) y según cómo quede el partido entre ingleses y franceses este miércoles a la misma hora en Londres.

Y como pierda, el Sevilla quedará prácticamente apeado de Europa y Nervión se convertirá en un volcán de incalculables consecuencias. El partido, por tanto, es un plebiscito para José Castro y por supuesto para José María del Nido Carrasco, con escasísimo margen ya antes de la Junta de Accionistas del próximo lunes. Y después de que el comité de dirección gastara la bala del cambio de entrenador con la destitución de Mendilibar en octubre, una decisión arriesgada, sobre todo por la apuesta en un técnico novato en Europa como el uruguayo.

Diego Alonso, muy señalado

La lectura posterior del partido en San Sebastián del técnico, como otras veces, dejó más incertidumbre aún de la que ya anida en un equipo que vio cómo su capitán y uno de los futbolistas llamados a liderar el vestuario, Jesús Navas y Sergio Ramos, fueron expulsados, y que también sacó de las casillas a José Castro, quien se dirigió en el túnel de vestuarios al árbitro Ortiz Arias, lo que acarreará alguna sanción al presidente del club. Los nervios están a flor de piel.

Que Alonso, después de no haber ganado ningún partido serio con el Sevilla todavía y de haber sumado sólo cuatro puntos de 15 posibles, dijera que fue el “mejor partido” de su equipo desde su llegada podría haber sido motivo de destitución en otras circunstancias. Pero esa bala ya no está en la recámara de una directiva que nota cada vez más ardiente el aliento sulfuroso de José María del Nido, que continúa haciendo su campaña propagandística de cara a la Junta de Accionistas del lunes, con los resultados empeñados en volcar a los indecisos hacia el ex presidente blanquirrojo.

Esta semana debe conocerse el auto del Juzgado de lo Mercantil sobre las medidas cautelares que pidió Del Nido. Es difícil que le sean concedidas, pero como se las concedan tendrá expedito el acceso a la presidencia. Y en caso de no serle concedida, seguirá en el sillón Castro hasta que le dé el relevo, después de la Junta, a Del Nido Carrasco. Antes será el partido de este miércoles, con previsión de lluvia. Si no hay victoria, la tormenta en Nervión está asegurada.

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