Del Nido Benavente declara por la querella por presunta estafa que le pusieron los nuevos americanos
El anterior portavoz de los antiguos americanos, Andrés Blázquez, también declara por videoconferencia en estas diligencias previas
Si cimbrea el único pilar visible...
José María del Nido Benavente y Andrés Bláquez han sido citados por el Juzgado de Instrucción número 14 de Sevilla para declarar por una presunta estafa, dentro de las diligencias previas de la querella que interpuso contra ellos Juan de Dios Crespo en nombre de A-CAP (Advantage Capital Holdings), la compañía que se hizo cargo de las deudas y las acciones de 777 Partners y que ahora lleva la gestión de esas acciones que quedaron agrupadas en la sociedad Sevillistas Unidos 2020.
La querella es por presunta estafa por la venta de un paquete de 300 acciones que realizó José María del Nido Benavente a los americanos en 2020 cuando se alió con Sevillistas Unidos 2020, la sociedad que entró en el Sevilla en representación de 777 Partners en 2018 y que en 2020 se alió con el ex presidente. Del Nido dijo a la salida de los Juzgados que esta querella era "una pérdida de tiempo": "Como decimos los abogados es una querella catalana porque no conduce a nada".
Según la denuncia de Juan de Dios Crespo, representante de los nuevos americanos que ahora está aliado con el actual consejo de administración del Sevilla, Del Nido vendió presuntamente un paquete de acciones que no eran de su propiedad y además lo hizo en sobreprecio: Sevillistas Unidos 2020, por mediación de su portavoz Andrés Blázquez, compró presuntamente ese paquete por casi el doble del precio máximo que en aquel momento de compraventa masiva de acciones se estaba dando, de 1.600 euros a unos 2.900 euros.
Esta presunta transacción fraudulenta se produjo dentro de la venta de acciones, unas 3.000, que pactó Del Nido Benavente con los americanos cuando se alió con estos en 2020 para derrocar el consejo de administración que tenía el poder sobre el pacto de gobernabilidad firmado en noviembre de 2019.
Andrés Blázquez, entonces portavoz de Sevillistas Unidos 2020 al que expulsó del consejo la Junta General de Accionistas del Sevilla en diciembre de 2020, fue autorizado por el juez de Instrucción a declarar por videoconferencia al estar fuera de la ciudad. Concretamente en Génova por ser director ejecutivo del club italiano.
Se trata de otro lío judicial de los muchos que hay en el panorama accionarial del Sevilla que constata el giro estratégico que dieron los americanos, cuyas acciones están ahora en manos de A-CAP, desde la Junta de Accionistas de 2024 -celebrada en enero de 2025-, cuando primero se abstuvieron al votar contra el consejo de administración que presidente José María del Nido Carrasco, abandonando su alianza con Del Nido Benavente, y luego votaron en la misma línea del consejo de administración en la Junta Extraordinaria de marzo de este año, ratificando su nueva posición estratégica.
La confirmación de esta nueva alianza es que Lucas Fernández de Bobadilla, abogado del Sevilla en los casos contra Del Nido Benavente, es el que lleva esta querella contra el ex presidente y Andrés Bláquez en nombre de Juan de Dios Crespo y la sociedad A-CAP, los nuevos americanos.
Recientemente el Juzgado de lo Mercantil autorizó a Del Nido a votar con sus acciones sin tener que alinearse con Del Nido Carrasco y José Castro, pero esta resolución judicial, recurrida por el Sevilla, llega cuando los americanos ya han cambiado de bando y lo dejan sin posibilidad de mayoría.
El argumento de Del Nido: acciones de control
José María del Nido explicó a la salida de los Juzgados su argumento para justificar aquella venta en ese precio de 2.850 euros por título. "Cuando en 2019 compraron 3.000 y pico de acciones la entidad entonces 777 Partners la habían comprado en un precio que no era de mercado y que era excesivo. Hay un argumento que desmonta la acusación, cual es que si con 110 millones de fondos propios positivos en la fecha de la venta se transmitieron esas acciones en 2.850 euros, cómo ahora con 150 millones de euros de fondos propios negativos estamos pidiendo una cantidad similar por la compra de las acciones. Además aquellas acciones eran acciones de control en virtud de las cuales tanto la sociedad americana como el grupo que yo represento adquiríamos más del 51% del capital social".
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