La lucha por el poder en el Sevilla va a estar muy reñida si se confirma la alianza entre Sevillistas Unidos 2020 y el ex presidente José María del Nido. De ahí que el papel de los pequeños accionistas puede decantar la balanza de un lado o de otro hasta el punto de que la diferencia entre los apoyos de los dos bandos, el que lidera Castro y el que propugna Del Nido, puede estar incluso en unas 50 acciones.

Con el apoyo de Sevillistas de Nervión, Francisco Guijarro y las familias Alés y Carrión, el actual presidente tendría a su favor unas 34.000 acciones, con el apoyo ya retirado de la sociedad que representa Andrés Blázquez. Suponiendo que Accionistas Unidos fuera en contra de los americanos y apoyara a Castro, algo que este colectivo ya ha aclarado que no debe darse por hecho porque se posicionará con quien beneficie al Sevilla independientemente de su apellido, los actuales gestores controlarían unas 39.300 acciones, mientras que Del Nido dominaría unas 39.250, aunque el protagonista se adjudica unas 4.000 más.

Estas 39.000 saldrían de sus acciones a título individual y de sus empresas, así también como las de José Gómez Miñán, y las mencionadas de Sevillistas Unidos 2020 si se confirma la nueva alianza de los americanos. También estarían contadas unas 1.260 a nombre de Lording, la sociedad del agente de futbolistas José Rodríguez Baster, Rodri, dueño de Promoesport, al que Del Nido vendió en su día un paquete de acciones.

Sin embargo, Del Nido habló en su comunicado de prensa con el que salió al paso de las informaciones que lo colocaban como interesado máximo en presionar para volver a la presidencia de “movimientos accionariales” que aún no se han producido y se llevarían a cabo cuando el primer equipo terminara de competir en Europa.

Igualmente, también es una incógnita el signo que tendrían las acciones que controla la Federación de Peñas Sevillistas San Fernando, unos 680 títulos. Este colectivo vio disminuidos sus beneficios en el club cuando agrupó acciones junto a Accionistas Unidos y ya en la última Junta se desmarcó de la batalla iniciada por los pequeños accionistas.