Jules Koundé se incorporó en la tarde de ayer a la disciplina del Sevilla, después de unas vacaciones que empezó tras la eliminación de Francia en la Eurocopa el pasado 28 de junio. Menos de un mes después, el joven central galo ya está a las órdenes de Julen Lopetegui, sin que haya novedad alguna sobre las tentativas que ha recibido. El mercado ya ha empezado a moverse de veras, como demuestran los traspasos de Achraf al PSG, próximo rival del Sevilla, por 60 millones de euros, el de Jadon Sancho al Manchester United por 80 y, sobre todo, los 187 millones que ingresará el Tottenham por el pase de Harry Kane al Manchester City. Y Koundé sigue en el Sevilla, aunque con un nuevo panorama.

La operación entre el Sevilla y el Tottenham para el trueque de fichas entre Bryan Gil y Erik Lamela, una negociación que se cuece lentamente y que también se ha visto sacudida por la megaoperación del verano hasta ahora entre los spurs y los cityzen, abre otra perspectiva sobre Koundé. El Sevilla ingresará un mínimo de 23 millones de euros de fijo por Bryan, además del coste que se ahorra al sumársele el pase de un futbolista como Erik Lamela, cuya valoración mínima en el mercado actual podría estar entre los 15 y los 20 millones. Transfermarkt, referencia recurrente en estos casos, de hecho lo valora ahora mismo en 16 millones. Pero además prevé otros 5 millones en bonus por rendimiento deportivo de fácil ejecución. E incluso otros 5 millones más en bonus de más complicada ejecución, según las cifras ofrecidas al respecto por Tuttomercato.

La ventaja del Sevilla es que el ingreso por Bryan Gil será neto, al no tener que restarle amortización alguna de coste de traspaso por su condición de canterano. Es un caso similar al de Sarabia hace tres veranos, pues su coste de adquisición, cuando fue fichado del Getafe, apenas superaba el medio millón de euros, por lo que el Sevilla ingresó por el mediapunta madrileño cerca de 20 millones limpios de polvo y paja. La operación fue más rentable que la de Ben Yedder, por ejemplo.

Con ese dinero líquido, el Sevilla puede empezar a realizar movimientos en un mercado que está dejando mínimos márgenes a los clubes normales. Además, espera otros ingresos como el posible del traspaso de Luuk de Jong, por el que se había interesado vivamente el PSV Eindhoven. El club de la Philips está inmerso también en una importante negociación, la del traspaso de Donyel Malen al Borussia Dortmund, a punto de cerrarse en 30 millones de euros. Habrá que esperar si el PSV iba en serio por De Jong.

Pero sobre todas esas circunstancias tangibles del mercado está que, por ahora, ningún club se ha acercado a las cantidades que el Sevilla vería como irrechazables para darle salida a su mejor valor: Jules Koundé.

Por ahora todo han sido rumores y tibias tentativas que no llegan a un mínimo de 60 millones de euros, cuando en Nervión esperaban poder hacer caja por el joven central de 22 años por un mínimo de 70 ó 75 millones de euros, cifras mucho más cercanas a su cláusula de rescisión, de 80.

Surgió un extraño trueque con el Tottenham y Davinson Sánchez; se especuló con la posibilidad de que el Real Madrid entrara en escena si Varane va al United; surgió la opción del Chelsea, el club que más invirtió en el verano pasado y que ganó la Copa de Europa. Y poco más. Esos dos últimos sí tentarían de veras a Koundé, como ya lo hizo el City cuando ofreció por él 55 millones de euros. Ahora, el jugador podría esgrimir que hace casi un año el club le garantizó que atendería ofertas superiores este verano. Pero de momento no llegan esas ofertas superiores. Si las ofertas fueran a la baja, de entre 55 y 65, por ejemplo, ahí sí que podría darse una fricción entre Koundé y el Sevilla. De momento, está a las órdenes de Lopetegui.